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Bacillus firmus y Purpureocillium lilacinum: una combinación eficaz para el control de nematodos y Fusarium en vid

  • Proponen un tratamiento de lilacinum y B. firmus, reforzado con quitina

  • Nematodos, como Pratylenchus, facilitan vías de entrada para que Fusarium y otros hongos infecten al cultivo

Camilo Ismael Rivera Gutiérrez
Ingeniero agrónomo
AMVAC México

Entre las extensas problemáticas que agobian al cultivo de la vid sobresale el tema de nematodos y Fusarium. Estos ocasionan daño económico severo en el cultivo y pueden llegar a hacer sinergia entre ellos, intensificando los síntomas.

Las pérdidas causadas por nematodos fitopatógenos representan un 13.5 % del rendimiento a nivel global. Esto Equivale a 358 240 millones de dólares estadunidenses. Por su parte, los hongos causan 42 % de las pérdidas de rendimiento en el mundo.

En el cultivo de vid, los nematodos son un desafío sanitario, con mayor severidad en el norte de México, donde las elevadas temperaturas y los suelos arenosos favorecen el incremento de sus ciclos reproductivos. Bajo estas condiciones, alcanzan poblaciones muy altas en poco tiempo.

Los hongos fitopatógenos provocan daños más graves que los nematodos por su alta taza de infección y esporulación en suelo. Estos se tratan en su mayoría de hongos oportunistas que buscan una vía de acceso a la planta, puerta que es usualmente abierta por los nematodos.

Plantas afectadas por nematodos

Los síntomas ocasionados por estos fitoparásitos varían de acuerdo con la relación parásito-hospedante y otros factores como la edad de la planta y sus condiciones fisiológicas (Manzanilla-López et al., 2004).

Estas infecciones resultan en la aparición de síntomas en raíces y tejidos aéreos de las plantas (Agrios, 2005).

Los síntomas son indistinguibles de los provocados por otros organismos habitantes del suelo, como hongos, bacterias, protozoarios, insectos, etcétera, o los causados por condiciones ambientales adversas.

Los daños en las raíces son reflejados en los tejidos aéreos como crecimiento deficiente de tallos, clorosis de hojas y muerte de plantas. Esto ocurre debido a una reducida absorción de agua y nutrientes por las raíces secundarias.

Los síntomas más notables causados por nematodos fitoparásitos que atacan el sistema radical son los siguientes:

  • Menor cantidad y longitud
  • Desarrollo anormal
  • Formación de quistes de color blanco, amarillo o castaño oscuro
  • Pudrición
  • Formación de costras o verrugas
  • Agrietamiento y encrespamiento
  • Raíces de color violeta
  • Nódulos en las raíces, como en tomate afectado por Meloidogyne
El caso de Fusarium oxysporum

Este hongo fitopatógeno ataca a diversos cultivos agrícolas. Ocasiona principalmente marchitamientos vasculares, seguidos de la muerte de la planta.

Algunas especies ocasionan pudrición de la corona y de las raíces de algunas plantas.

Fusarium es capaz de invernar durante años en el suelo y en residuos de plantas infectadas a modo de clamidosporas, células del micelio de paredes gruesas, o del micelio. Su supervivencia es posible en semillas, estructuras del invernadero, herramientas y máquinas.

La infección primaria puede propagarse por semillas, en el ápice de la raíz o en heridas pequeñas. Por ejemplo, donde las raíces se ramifican de la raíz principal.

En la vid es un desafío arraigado porque es un cultivo perenne donde el inóculo permanece activo, disparando sus umbrales cuando se carece de un correcto manejo.

Fusarium oxysporum  causa marchitez vascular. Primero, las hojas se vuelven amarillas y se marchitan, normalmente en un lado, y posteriormente en la planta completa.

Otros síntomas son la decoloración marrón de los tejidos del xilema que se observan cuando se cortan los tallos.

El artículo completo está disponible en el volumen 51 de revista Agro Excelencia.

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