Se pierde tierra fértil por el equivalente a 30 campos de futbol cada minuto
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Celebran el Día Mundial del Suelo
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Hay tres millones de casos de envenenamiento por plaguicidas al año
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La agricultura orgánica, la gran aliada para combatir la contaminación del suelo
El 5 de diciembre se conmemoró el Día Mundial del Suelo, con grandes pendientes e inmensos retos a seguir.
La contaminación del suelo es un problema de escala mundial: cada minuto se pierde el equivalente de 30 campos de futbol americano de tierra fértil.
Las buenas noticias son que las prácticas agrícolas sustentables pueden reponer la fertilidad de los terrenos, además de incrementar la captura de carbón en el suelo, de acuerdo con la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM, por sus siglas en inglés).
Los productores agrícolas orgánicos atienden este concepto: alimenta el suelo, alimenta a la planta. Ellos logran esto al aplicar materia orgánica a la tierra en la forma de abonos verdes, compostas y estiércol; además, adoptan cultivos de cobertura (aquellos que se siembran con el objetivo de mejorar la fertilidad del suelo y calidad del agua) y la rotación de cultivos.
Suelos sanos, comida sana
Los nitratos y nitritos acumulados en los vegetales como resultado del uso de fertilizantes nitrogenados pueden dañar la salud del consumidor.
Los agroquímicos no solo contaminan los suelos, también pueden envenenar a los jornaleros que están expuestos a ellos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay “tres millones de casos de envenenamiento por plaguicidas cada año, y hasta 220 000 muertes, principalmente en países desarrollados”.
Según la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica, se puede contrarrestar estos problemas remplazando el uso de agroquímicos con conocimiento agroecológico y prácticas agrícolas.
Con un manejo sustentable, el suelo puede ser el arma secreta en la batalla contra el cambio climático. Utilizando técnicas como compostas y rotación de cultivos, los productores agrícolas pueden mejorar significativamente la captación de carbono que tiene el suelo.
Fuente: IFOAM
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