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Buscan frenar cambio climático mediante el secuestro de carbono

  • El secuestro de carbono en los suelos implica la reducción de gases de efecto invernadero en la atmósfera

  • El objetivo es mantener el cambio climático por debajo del umbral de los 2 grados centígrados

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó dos herramientas para alentar el mantenimiento y captación del carbono orgánico del suelo, una medida fundamental para la acción por el clima y el futuro de la producción agrícola.

Herramientas para mejorar la captura de carbono en los suelos

Una de las dos herramientas es un mapa mundial donde se ilustra cuánto dióxido de carbono CO2 pueden captar los suelos y en qué lugares.
Este instrumento, llamado GSOCseq (Mapa Global del potencial de Secuestro de carbono Orgánico del suelo), ayuda a los usuarios a visualizar datos cruciales, como las reservas iniciales y previstas de carbono orgánico del suelo conforme a varios supuestos habituales y de gestión sostenible de los suelos, así como las tasas relativas de captación. (Consultar el enlace al final de la nota).
Según este mapa, si los suelos se gestionan de forma sostenible pueden captar hasta 0.56 petagramos de carbono, es decir, 2.05 gigatoneladas de CO2 anuales, lo que permitiría compensar al año hasta el 34 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de origen agrícola.

Presentan manual de buenas prácticas de suelo

La segunda herramienta presentada por la FAO es un manual técnico de buenas prácticas para capturar y mantener en los suelos las reservas de carbono orgánico.
Fruto de tres años de trabajo colectivo con más de 400 especialistas del mundo, el manual técnico es el primer esfuerzo por recopilar buenas prácticas de manejo de suelos, fundamentado en datos científicos confiables sobre las repercusiones de esas prácticas en el contenido de carbono orgánico del suelo en una gran variedad de entornos y usos del suelo.
Desde métodos de rotación de cultivos perfeccionados a lo largo de miles de años hasta técnicas modernas de gestión de los nutrientes, el manual ofrece soluciones prácticas para todo tipo de terrenos y situaciones.

Un tercio de los suelos del mundo ya está degradado

La degradación de un tercio de los suelos del mundo ya ha provocado que se liberen a la atmósfera hasta 78 gigatoneladas de carbono. Un mayor daño a las reservas de carbono del suelo debido a una mala gestión de estos menoscabaría los esfuerzos para frenar el aumento de la temperatura en la Tierra.

     «A medida que el clima cambie, es probable que se pierda más carbono en la atmósfera del que se captura en el suelo si se mantienen las prácticas agrícolas de siempre, lo que produciría un ciclo de retroalimentación entre el carbono del suelo y el clima que podría acelerar más el cambio climático», advierte Qu Dongyu, director general de la FAO».

     «Preocupan especialmente las zonas críticas, como las turberas, un tipo de humedal que acumula de manera natural material orgánico color pardo rico en carbono. También los suelos negros, los pastos y el permafrost, la capa de suelo permanentemente congelado en regiones frías del planeta. Estas zonas contienen la mayor cantidad de carbono orgánico del suelo».

     «La gestión de los suelos de manera sostenible y la rehabilitación de los pastos y los suelos agrícolas degradados pueden ayudar a mitigar los efectos de la crisis climática y mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición. Los suelos sanos no solo han resultado ser más productivos, sino más resilientes a los patrones climáticos cambiantes y a los fenómenos extremos».

¿Por qué capturar carbono?

La captación del carbono implica la eliminación de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera en forma de carbono orgánico del suelo. La captura del CO2 en el suelo es un modo eficaz de reducir los gases de efecto invernadero.

     Puesto que el suelo rico en carbono es más sano y fértil, puede beneficiar a los agricultores, contribuyendo a la consecución de las metas del Acuerdo de París.

     El Acuerdo de París es un tratado internacional sobre el cambio climático adoptado por 196 países. Su objetivo es limitar el calentamiento global por debajo del margen de los 2 grados Celsius. Entró en vigor el 4 de noviembre de 2016.

Fuentes: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura

Mapa mundial de secuestro de carbono

Manual de buenas prácticas