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Calidad del suelo y bienestar humano, nuevos requisitos en agricultura orgánica

PorIvan Delgado

Dic 29, 2018

Calidad del suelo y bienestar humano, nuevos requisitos en agricultura orgánica

  • Certificación Orgánica Regenerativa, un nuevo sello en EE.UU.

  • Se basa en los estándares establecidos por el USDA

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En Estados Unidos de América el 2018 se lanzó el esquema de Certificación Orgánica Regenerativa, desarrollado por el Instituto Rodale, una organismo sin fines de lucro, con sede en Pensilvania, pionera en la agricultura orgánica a través de la investigación y la divulgación.

     La Certificación Orgánica Regenerativa se basa en los estándares establecidos por la etiqueta orgánica del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), poniendo un fuerte énfasis en la calidad del suelo y, más notablemente, estableciendo puntos de referencia de equidad social que se centran en la salud y seguridad de los trabajadores agrícolas; asimismo ha obtenido el apoyo de 42 marcas orgánicas líderes de América del Norte.

     La etiqueta orgánica del USDA se enfoca en mitigar el daño ambiental mediante la restricción de plaguicidas sintéticos  y de la ingeniería genética.

     El Instituto Rodale, que está encabezando la etiqueta de Certificación Orgánica Regenerativa junto con una coalición de agricultores, científicos, organizaciones sin fines de lucro y empresas sostenibles, tiene como objetivo cubrir las lagunas en los estándares del USDA y abordar algunas de estas preocupaciones de los consumidores.

Salud del suelo

El primer punto que aborda la Certificación Orgánica Regenerativa es la salud del suelo. Esto es uno de los principios fundadores del Instituto Rodale y ha sido la base de gran parte de su investigación en los últimos 70 años.

     La agricultura orgánica debería hacer más que solo esforzarse por mitigar el daño al suelo; en cambio, debería mejorar la calidad de las tierras agrícolas con el tiempo, al agregar nutrientes y acumular materia orgánica. De acuerdo con una investigación hecha por Rodale en 2014, si todas las tierras de cultivo y de pastoreo actuales cambiaran a prácticas orgánicas regenerativas, el 100 % de las emisiones anuales de bióxido de carbono podrían ser secuestradas en el suelo.

     La Certificación Orgánica Regenerativa avanza para hacer que esto sea una realidad al promover el uso de cultivos de cobertura, sin labranza o baja labranza, y pastoreo rotativo.

Justicia social

El pilar de justicia social de la nueva etiqueta falta por completo en los estándares orgánicos del USDA. Se basa en los estándares internacionales de Comercio Justo que protegen a los productores en los países en desarrollo que a menudo son explotados con duras condiciones de trabajo y una escasa compensación por parte de las grandes corporaciones.

     La Certificación Orgánica Regenerativa es única al considerar el bienestar humano como parte de la agricultura orgánica, por lo que es tan importante como el bienestar del suelo y de los animales. En particular, la certificación exige que se paguen salarios dignos a todos los trabajadores agrícolas y establece estándares de precios justos.

     Esta nueva etiqueta también aborda el bienestar animal. La Certificación Orgánica Regenerativa busca animales criados con pasto orgánico. También prohibiría operaciones concentradas de alimentación animal, que son corrales de engorda industrializados masivos que apiñan más de 1000 cabezas de ganado en cuartos llenos de concreto. Además, se adheriría a las cinco libertades del bienestar animal y trataría de minimizar las distancias de transporte para los animales que pudieran conducir a un sufrimiento excesivo.

Entrada en vigor

La Certificación Orgánica Regenerativa oficialmente entrará en vigor en algún punto de los primeros cuatro meses de 2019.

Fuente: Food News Latam, Instituto Rodale, b2bio