Fabián Avendaño Meza. Maestro en Ciencias.
Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa
- Es más recomendable la rotación entre insecticidas con diferente modo de acción, que las mezclas en tanque.
Un desarrollo reciente en el combate químico de plagas en los cultivos es el Manejo de la Resistencia a Insecticidas (MRI), un conjunto de estrategias que se propone conservar la susceptibilidad de los artrópodos plaga ante los plaguicidas existentes en el mercado y mantener la efectividad biológica de estos últimos.
⠀⠀⠀El MRI permite prevenir o retrasar el desarrollo de razas resistentes; evita aumentar la dosis de los plaguicidas, reduce costos a los productores, riesgos a la salud humana y al medioambiente.
⠀⠀⠀Sin duda, disponer de un conocimiento actualizado del modo de acción1 de insecticidas y acaricidas permite la protección de los cultivos, y una mejor selección de estas herramientas, dentro de una estrategia de manejo de plagas.
¿Qué es la resistencia?
La resistencia a insecticidas, de acuerdo con el Comité de Acción para la Resistencia a los Insecticidas (IRAC, por sus siglas en inglés) se define como “un cambio heredable en la sensibilidad de una población de una plaga”. Esto se puedo detectar, luego de observar “repetidos fallos” en la eficacia de un producto químico, pese a ser usado de acuerdo con las recomendaciones de la etiqueta del fabricante.
Susceptibilidad del picudo del chile a insecticidas
Para determinar si una población de campo (por ejemplo, picudo del chile) es resistente o susceptible a un producto tóxico, es indispensable el conocimiento de la susceptibilidad base, mediante bioensayos2 de laboratorio en una población que no ha sido expuesta previamente a insecticidas (Lagunes y Villanueva, 1994).
⠀⠀⠀El problema se reduce a la determinación del estímulo necesario para obtener una respuesta del 50% de los organismos de prueba. Este valor se denomina dosis letal media
(DL50), una expresión cuantitativa de la tolerancia de una especie o raza en particular a un insecticida, bajo ciertas condiciones experimentales, y una medida de la toxicidad del insecticida usado: a mayor DL50 menor toxicidad y viceversa (Lagunes y Vázquez, 1994).
El artículo completo está disponible en el número 13, páginas 7-10, de su revista Agro Excelencia.
Sé el primero en comentar