Jimena Lima Espindola. Maestra en ciencias
Koppert México
- La adición de depredadores de ácaros fitófagos dentro de un sistema de producción propicia la reducción de su población
- Tener en cuenta los hábitos de estos arácnidos es relevante para que las herramientas de control biológico sean más eficaces
Existen muchas definiciones de control biológico, una de las más usadas es la de Paul DeBach. Para este autor, el control biológico de plagas es la acción de parasitoides, depredadores y microorganismos con el fin de mantener la densidad poblacional de otros organismos (huésped o presa) a un nivel más bajo al que ocurriría en su ausencia.
El método de control biológico de plagas nos habla de un equilibrio biológico y de todos los factores que interfieren para que las poblaciones se regulen y mantengan en equilibrio.
Las interacciones entre especies pueden ser muy complejas, incluso si se consideran solo dos especies. Cada una de ellas puede afectar el medioambiente de manera positiva, negativa o no tener efecto.
En este artículo se aborda un grupo de ácaros depredadores como herramientas de control biológico para ácaros fitófagos que atacan a arándano, fresa, frambuesa y zarzamora.
El control natural de los ácaros depredadores
Algunos ácaros e insectos depredadores y parasitoides actúan como agentes de control natural y determinan la regulación de las poblaciones de plaga en un agroecosistema particular (DeBach, 1964; Estrada, 2008). Por lo que la adición de ácaros dentro de un sistema de producción puede regular las poblaciones de la plaga que requerimos controlar hasta mantenerla en equilibrio.
Phytoseiulus persimilis es más voraz que Neoseiulus californicus: se alimenta exclusivamente de arañas rojas; aunque, si no tiene alimento, tiende a ser caníbal. Además, no soporta altas temperaturas ni humedades relativas bajas, a diferencia de N. californicus, un depredador generalista que incluso puede sobrevivir solo con polen y se puede establecer antes de que esté presente la plaga. Entonces, la técnica de aplicación de estos ácaros es utilizar a P. persimilis cuando ya está la plaga (método curativo) y a N. californicus establecerlo cuando aún no se encuentra presente la plaga (preventivo).
En muchas ocasiones, el uso de más de un agente de control para una plaga es la mejor estrategia: por sus características biológicas no podemos utilizarlos todo el tiempo o no crece de manera apropiada, debido a que las condiciones no son las más adecuadas para su establecimiento; sin embargo, podemos apoyarnos de algún enemigo que sí se establezca con las condiciones que tenemos (Rott y Ponsonby, 2000; Fountain y Medd, 2015; Mo y Liu, 2007; Toldi et al., 2013).
Consejos para obtener el éxito en programas de control biológico:
A continuación se ofrecen una serie de propuestas para mejorar la eficacia del control biológico de ácaros fiófagos:
- Tener en cuenta la temperatura y humedad relativa.
- Considerar la biología de la plaga y del depredador.
- Actuar pronto (monitoreo), mediante acciones preventivas.
- Analizar si es necesario utilizar más de un enemigo natural.
- Respetar la dosis de liberación.
- Revisar la calidad del producto que utilizas.
- Verificar los días de seguridad, si aplicas algún plaguicida.
El artículo completo está disponible en el número 36, páginas 7, 8, 9 y 10, de su revista Agro Excelencia.