Este artículo presenta las principales plagas del aguacate y las frutillas, y explora las estrategias de manejo integrado de plagas (MIP), con un enfoque particular en el control biológico.
Además, enfatiza el uso de agentes de biocontrol como ácaros depredadores y crisopas, junto con tácticas para conservar enemigos naturales. Finalmente, con ejemplos prácticos se ilustra cómo integrar varios agentes en programas de manejo de plagas.
El control biológico
El control biológico es fundamental dentro del manejo integrado de plagas (MIP), según lo definió Paul de Bach en 1964, quien lo describió como el uso de parasitoides, depredadores y patógenos para mantener bajas las poblaciones de otros organismos.
Existen tres métodos principales de control biológico:
- El clásico, que introduce enemigos naturales en áreas nuevas para controlar plagas recién llegadas.
- El de aumento, que implica la reproducción masiva y liberación de agentes de control biológico contra plagas ya establecidas.
- El de conservación, que mejora las condiciones ambientales para apoyar a los organismos benéficos nativos, asegurando su eficacia en controlar las plagas.
Estos métodos se aplican para mantener las poblaciones de plagas por debajo de umbrales económicos dañinos.
Plagas del aguacate y su manejo integrado.
La expansión de cultivos de aguacate en México ha llevado a un aumento, en plagas y enfermedades.
Tradicionalmente, las principales plagas incluían barrenadores de hueso y ramas, pero ahora los ácaros y trips se han convertido en los principales enemigos de los cultivos.
Este incremento en plagas secundarias se debe al uso extensivo de insecticidas organosintéticos de amplio espectro. Además, plagas emergentes, como las escamas armadas y la mosquita blanca, están empezando a impactar la producción.
Aunque el programa nacional de manejo de plagas del aguacate se centra en los barrenadores, la estrategia predominante sigue siendo el control químico. Este esquema suele perjudicar a los organismos benéficos y fomenta la aparición de plagas secundarias.
Como alternativa a lo anterior, se propone utilizar métodos como extractos vegetales, trampeo masivo y control biológico.
Dr. J. Refugio Lomelí Flores
Colegio de Postgraduados
El artículo completo está disponible en el volumen 61 de Agro Excelencia
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