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«Existen alternativas para sustituir al glifosato»

Leslie Carnero Avilés, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), comentó en entrevista para Agro Excelencia los avances en materia de alternativas para sustituir al glifosato.

En 2021, se decretó la limitación del glifosato, con el propósito de prohibir su distribución, venta y uso en 2024, siendo el 31 de marzo la fecha estipulada para ello. Sin embargo, el gobierno mexicano ha decido suspender la prohibición del herbicida.

Tratamiento en algodón para sustituir al glifosato
Es posible llegar a un buen control de malezas con bioherbicidas.

Trabajos en frutales y tierras en descanso

Leslie Carnero participó en la búsqueda de alternativas al agroquímico, mediante investigaciones y trabajos de validación en el Campo Experimental de Delicias, Chihuahua.

«Trabajé con nogal pecanero, manzano y tierras en descanso para simular el periodo de presiembra, que es cuando se prepara la tierra y emerge la maleza».

En dichos cultivos, la investigadora señaló que realizaron pruebas de bioherbicidas con diferentes especies de malezas.

«Utilizamos bioherbicidas a base de extractos vegetales, por ejemplo, toloache; metabolitos de microorganismos, como Puccinia; aceite de coco y pino, entre otros. Aunque el glifosato tiene un control de malezas muy alto (100 %), los bioherbicidas lograron un control muy cercano, con 97 %».

Los bioherbicidas no son selectivos y eliminarán a la maleza de hoja ancha y hoja angosta, por lo que se debe tener cuidado con los cultivos, al igual que el glifosato, señala Carnero Avilés.

«También probamos cómo reducir costos. Los bioherbicidas son más caros de utilizar que el glifosato, una herramienta muy barata. A raíz de estas pruebas, logramos un alto control con 75 % de la dosis recomendada, lo que abarató los costos de aplicación.

»La dosis recomendada de los bioherbicidas es de 15 mL/L de agua. Con el 70 % de esta dosis, logramos un control cercano al 90 % de las malezas. Asimismo, para un óptimo control es necesario aplicar cuando las plantas tengan menos de 10 centímetros de desarrollo, ya que la efectividad disminuye cuando superan este tamaño».

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Las cubiertas como opción al herbicida

En frutales y cultivos que no requieren mucho movimiento de tierra, la aplicación de coberteras de paja es una opción viable, señala la investigadora.

«Se puede aplicar en nogal y pistache. La cobertera de material muerto, en este caso paja, con un grosor de al menos 10 centímetros, es suficiente para que las malezas no emerjan.

»También se validó el uso e instalación de mallas cubresuelos. Estas son cubiertas de plástico, diferentes a los acolchados tradicionales».

En manzano, Leslie Carnero incluso notó un incremento de producción asociado a los efectos de la malla cubresuelos.

«Estas mallas no cortan la aireación del suelo y favorecen la retención de agua, lo que propicia la conservación de los microorganismos benéficos del suelo, especialmente en climas templados, donde puede ser beneficioso.

Malla cubresuelos en nogal, una alternativa para sustituir al glifosato.
Malla cubresuelos en nogal, una alternativa para sustituir al glifosato.

Un manejo integrado de malezas

Leslie Carnero señala que es necesario considerar un manejo integrado de malezas, que incorpore las herramientas existentes para llegar a sustituir al glifosato.

«Un manejo integrado de malezas implica involucrar diferentes métodos de control, como el mecánico, el cultural, el químico. Es importante preparar nuestras tierras y tener un buen manejo para mermar el banco de semillas de malezas en el suelo».

Debido a lo anterior, la investigadora informa que hay otras moléculas químicas que funcionan como alternativa al glifosato, como el glufosinato de amonio, paraquat, dicamba y algunas combinaciones de ellos.

«Sin embargo, el reto radica en que se enfocan en el uso de una sola molécula, en este caso el glifosato, y ahí está el problema de la contaminación y la resistencia de las malezas.

»Las malezas pueden generar resistencia, al igual que los insectos. Hay casos de resistencia en Chihuahua, por ejemplo, donde se siembra algodón transgénico y se ha observado que el glifosato ya no funciona.

»En lugar de buscar alternativas, decidieron aumentar las dosis, lo que provocó una resistencia aún mayor. Se ha llegado a aplicar hasta 8 litros de glifosato por hectárea, una cantidad muy alta».

En algodón, Leslie Carnero explica que es posible usar herbicidas preemergentes, como atrazina, pero exhorta a tener cuidado de que, en siembra directa, el producto no toque la semilla. También existen otros ingredientes, como pendimentalina o trifluralina, dependiendo del cultivo.

Cubierta de paja, otra alternativa para el control de maleza y sustituir al glifosato.
Cubierta de paja, opción para el control de maleza sin glifosato.

México, listo para avanzar

Para Leslie Carnero Avilés, México está preparado para el control de malezas y sustituir al glifosato, ya que existen opciones para su control. «No obstante, es importante que los agricultores conozcan las alternativas y sus resultados, y se animen a realizar el cambio».

«Aunque se llegara a eliminar el glifosato, existen alternativas y soluciones disponibles. Sin embargo, lo ideal no es prohibir una molécula, sino enseñar a los productores a rotar las herramientas y evitar hacerlas inútiles y perjudiciales para la salud humana con el tiempo. Es necesario aprender a utilizar los agroquímicos de manera adecuada», finaliza.

Redacción

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