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Alternativas biorracionales para la sustitución del glifosato

  • Proponen el ácido pelargónico como potencial herbicida botánico

  • Conahcyt emite acciones químicas, biológicas y culturales para el control de malezas

El herbicida glifosato ha formado parte de las principales estrategias de manejo de malezas. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud declaró este herbicida como potencialmente cancerígeno en humanos en 2015, por lo que algunos países lo han limitado o prohibido su uso.

Este es el caso de México, donde el 31 de enero de 2020 se decretó limitar la adquisición, distribución, promoción e importación del glifosato, mientras el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología (Conahcyt) debía buscar una alternativa en 2024, fecha en la que evaluarían su posible sustitución.

Este decreto fue modificado en unos de sus puntos el 23 de febrero de 2023, pero en lo referente al glifosato, mantiene sus fechas para buscar alternativas al 31 de enero de 2024.

Ante esta perspectiva, los especialistas buscan identificar opciones sostenibles y respetuosas con el medioambiente para el control de malezas, con la intención de integrar o incluso sustituir dicho herbicida.

Ácido pelargónico como herbicida

Además de las herramientas mecánicas clásicas, como deshierbe manual o empleo de máquinas, y las tácticas culturales para el control de malezas, ha habido esfuerzos para investigar y evaluar productos naturales como posibles bioherbicidas.

Las investigaciones se han centrado particularmente en la actividad herbicida de dos grupos principales de sustancias naturales: ácidos orgánicos, como el ácido acético o pelargónico, y aceites esenciales de plantas, como los de pino y clavo.

El ácido pelargónico es el único ingrediente activo natural con efecto herbicida disponible en el mercado. Dificultades relacionadas con la selectividad de cultivos, eficacia y vida útil obstaculizan el desarrollo tecnológico de otros herbicidas naturales.

El ácido pelargónico está presente en el aceite esencial de pelargonios (plantas del género Pelargonium, como el geranio de jardín) y puede obtenerse a partir de aceites vegetales.

Dicha sustancia es esencialmente un herbicida de contacto, y su modo de acción es la desestabilización de la cutícula (capa cerosa que cubre la superficie de las hojas), lo que provoca la rápida desecación de los tejidos vegetales.

Aunque este efecto fitotóxico es observable unas pocas horas después de la aplicación, solo las partes de las plantas expuestas directamente a las gotas del spray se dañan, ya que el ácido pelargónico no se transloca dentro de las plantas.

Miden su efectividad

Especialistas de la Universidad de Padua, en Italia, realizaron experimentos bajo invernaderos. Evaluaron la eficacia del ácido pelargónico como herbicida en especies de malezas y observaron resultados variables según las especies y las dosis utilizadas. El herbicida redujo el peso seco de las plantas tratadas entre 70 y 75 %.

Especies, como malva silvestre (Abutilon theophrasti) y la hierba de san Roberto (Persicaria maculosa), mostraron mayor nivel de tolerancia al ácido, mientras que otras, como pasto brachiaria (Setaria pumila), flechilla (Conyza sumatrensis) y chiquelite (Solanum nigrum), fueron más sensibles. Estas últimas tuvieron una sobrevivencia entre 8 y 12 %, mientras que las más resistentes estuvieron encima del 90 %.

El efecto del ácido pelargónico varió dependiendo de las condiciones climáticas durante la aplicación, como la temperatura y la humedad relativa del aire. El experimento encontró que temperaturas superiores a 25 ºC aumentan la eficacia del ácido en la mayoría de las especies probadas, porque las condiciones de estrés hídrico mejoran los efectos de los herbicidas a base de ácidos orgánicos.

En los campos de cultivo efectuaron ensayos en diferentes momentos del año y con diversas especies de malezas. Los resultados fueron nuevamente mixtos, con algunas especies que mostraron buen control bajo ciertas condiciones, pero en otros casos el control fue insatisfactorio.

Dificultades para la adopción de la tecnología

Este herbicida presenta un potencial prometedor como alternativa natural para el control de malezas, pero su eficacia es variable y depende de factores, como la especie de maleza, las condiciones climáticas y la dosis utilizada.

Aunque ha demostrado ser más efectivo en situaciones de alta temperatura y humedad relativa, su eficacia aún es inconsistente. Su costo relativamente alto y las dosis recomendadas ha dificultado su adopción en la agricultura.

Esta investigación fue publicada en Agronomy, revista científica revisada por pares publicada por la Sociedad Española de Biología de las Plantas.

La labor del Conahcyt

El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt) llamó a las instituciones para investigar alternativas al herbicida glifosato e impulsó la estandarización de técnicas y protocolos que fortalezcan la capacidad para detectar oportunamente residuos del agroinsumo mediante una red nacional de detección.

Durante una conferencia de prensa, celebrada el 17 de mayo de 2023, con especialistas de México, Estados Unidos de América, Brasil y Argentina, concluyeron que la República Mexicana contaba con argumentos científicos y jurídicos sólidos para prescindir del glifosato.

Sin embargo, esta institución aún está en la búsqueda para encontrar avances tecnológicos como alternativa para el herbicida, teniendo como margen el 31 de enero de 2024.

Acciones para mejorar el control de malezas

El Conahcyt emitió una serie de acciones para mitigar el uso del glifosato, desde el control químico, con un exhorto a la rotación y mezcla de herbicidas, con ingredientes activos como nicosulfuron, primisulfuron, prosulfuron, halosulfuron, metsulfuron, triasulfuron.

En el apartado de control biológico aconsejó emplear sustancias como ácidos orgánicos y otros derivados vegetales, con acción herbicida, junto a estrategias mecánicas o físicas. Informaron que es posible introducir fitopatógenos especializados en especies arvenses: hongos como Exserohilum turcicum y Alternaria sp., ya sea de forma específica o de amplio espectro.

Entre las opciones culturales, destacó la rotación de cultivos como estrategia efectiva para el control de malezas. Mediante la modificación de las prácticas agronómicas, como la variación en la cronología de siembra y la disposición espacial de los cultivos, se interrumpe el ciclo de crecimiento y propagación de las arvenses.

Los policultivos es otra táctica para el control de malezas a largo plazo. El método aumenta los rendimientos agrícolas hasta 25 %, debido a la competencia por recursos como luz, agua y nutrientes.

Para prevenir la dispersión de malezas, es necesario limpiar y mantener los equipos agrícolas, que a menudo actúan como medio de propagación. La calidad de las semillas y la implementación de coberturas vegetales vivas, preferiblemente de especies nativas, también contribuyen al control de las arvenses en la agricultura.

Finalmente está el deshierbe manual con herramientas como azadones, coas, palas o machetes, o bien, recurrir a métodos mecánicos mediante maquinaria agrícola (surcadoras) o tracción animal mediante yunta o arado. Existen tractores ultraligeros y aperos motorizados portátiles altamente eficaces para esta tarea.

El glifosato ha sido una sustancia de gran interés porque ha permitido ahorrar a los productores tiempo y recursos en el control de malezas. Empero, por el riesgo potencial, sea grande o pequeño, hoy es tiempo de ser más biorracionales con el manejo de las malezas.

Redacción

Con información del Conahcyt y Agronomy