Las unidades calor, herramienta de monitoreo en la palomilla dorso de diamante

Yohandri Ruisánchez Ortega
Maestro en ciencias
Universidad Estatal de Sonora
Bustamante Parra Produce

  • Las unidades calor facilitan el monitoreo y diagnóstico del comportamiento de plagas agrícolas

  • Resultados avalados en palomilla dorso de diamante, trips y minador en cultivos como col de Bruselas, brócoli y cebollín

  • Utilizan el método residual para calcular las unidades calor

Los insectos son incapaces de regular su temperatura corporal (organismos heterotermos), por lo que las condiciones climáticas, en especial la temperatura, tienen una alta influencia en su desarrollo fenológico.

     A la forma de modelar la interacción del tiempo y la temperatura en la sucesión de eventos fenológicos en el ciclo de vida de estos organismos se le conoce como tiempo fisiológico (Opkins, 2014).

     Nava y Cano (2012) plantean que, para describir el ciclo biológico de un organismo considerando un enfoque de manejo integrado de plagas, es necesario entender el concepto de tiempo fisiológico y su interpretación, mediante su unidad de medida: unidades calor acumuladas.

     Teniendo en cuenta estos antecedentes, el objetivo de este artículo es divulgar el cálculo y el modo de interpretación de las unidades calor como herramienta de monitoreo y diagnóstico para observar el comportamiento de las principales plagas hortícolas, mediante el estudio de casos reales, como el de la palomilla dorso de diamante (Plutella xylostella L.), en el cultivo de col de Bruselas (Brassica oleracea L.), en la empresa agrícola Bustamante Parra Produce, en San Luis Río Colorado, Sonora, México.

Un método práctico para calcular las unidades calor

El cálculo de las unidades calor es un instrumento en el monitoreo y diagnóstico del comportamiento de plagas agrícolas, así como para la planificación del manejo integrado de plagas (Bujanos et al., 1993; Vargas, 2010).

     Existen varios métodos para calcular las unidades de calor; sin embargo, el más sencillo y práctico de todos al alcance del productor resulta ser método residual.

     En este método, las unidades calor (UC) se estiman con base en la ocurrencia de temperaturas en un intervalo entre la temperatura máxima y mínima para el desarrollo, tomando en cuenta, además, la temperatura umbral inferior o temperatura base del insecto (Tb) y no se requieren datos previamente precalculados, lo que lo hace sencillo y práctico (Bujanos et al., 1993).

El artículo completo está disponible en el número 33, páginas 7 a 9, de su revista Agro Excelencia

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