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Narra y describe los primeros retos que se presentaron bajo el esquema de agricultura protegida en México
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Es la tercera generación de productores agrícolas de su familia
Mariano López Valencia actualmente es el director de producción de Divemex y director general de AgroSabino, empresas especializadas en la producción de chiles bell pepper o pimiento bajo malla sombra e invernadero.
Originario de Culiacán, Sinaloa, México, se ha desenvuelto la mayor parte de su vida en el campo de esta región, habiendo formado parte de la generación 1988-1993 de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, bajo la especialidad de fitotecnia.
Él comparte para Agro Excelencia el origen de su vocación como agrónomo, así como los motores y secretos de su crecimiento profesional.
Un hombre de campo de tercera generación
“Vengo de una familia de productores, soy la tercera generación. Todo empezó cuando mi abuelo Alfonso López Gámez se interesó por la agricultura. Él, siendo originario de El Tule, una localidad cercana a Culiacán (18 km), tuvo una vida cercana al tema agrícola, desde muy joven”.
“Antes de que el valle de Culiacán tuviera sus distritos de riego, las tierras estaban dedicadas a la ganadería, eran puro monte básicamente. Mi abuelo fue una de las personas a quienes les tocó adaptar dichos lotes, que él había comprado, para la agricultura. Estamos hablando de los años 40 del siglo XX”.
Con esta labor, relata nuestro entrevistado, Alfonso López Gámez se encariñó mucho con la agricultura y se empezó a dedicar a eso. “Luego, mi padre, también de nombre Alfonso López, siguiendo los mismos pasos, estudió agronomía. Y de entre mis hermanos fui el que al final decidió estudiar también agronomía”.
En aquellos años tenían una agricultura muy activa, de acuerdo con Mariano López. “Hacían dos ciclos de cultivo al año. Se sembraba arroz, cártamo y trigo en invierno, y en el verano, soya. Salía un cultivo y entraba otro, se complementaba muy bien”.
“Desde pequeño acompañaba a mi papá a los campos que tenía y desde entonces me encanta la agricultura. Ahí inició mi experiencia. Ingresé a la hoy Facultad de Agronomía, y mientras estudiaba le ayudaba a mi padre en su campo”, narra.
Preocupación innata por el medioambiente
Mariano López desde sus tiempos de estudiante mostraba ya una inquietud y preocupación sobre la sustentabilidad agrícola, aspecto reflejado en la investigación de su tesis de licenciatura. El tópico que abordó fue sobre el efecto de los insecticidas en el cultivo de tomate con respecto a la fauna benéfica.
“Evalué ciertos parasitoides que normalmente trabajan para el control de las plagas en el tomate. Con la investigación se demostró que entre más insecticidas se usaran en el cultivo, algunas plagas se volvían más fuertes porque su enemigo natural ya no estaba presente”.
De lo anterior, el aprendizaje que le quedó a este profesional del campo fue las amplias ventajas de implementar un manejo más biorracional. “Este aspecto influyó en el desarrollo de la agricultura que ahorita estamos implementando, con el empleo de tecnologías muy enfocadas en el manejo orgánico”.
“Nuestro manejo de plagas está basado en el control biológico, un manejo que realmente es efectivo. Vemos muchos resultados en la aplicación de estos controles y el manejo integrado de plagas, pues cuando combinas correctamente el control biológico, el control cultural y el uso de sustancias botánicas obtienes resultados muy positivos”.
El artículo completo está disponible en el número 32, páginas 14 a 19, de su revista Agro Excelencia