Este artículo examina cómo los factores abióticos, como la humedad, temperatura y radiación ultravioleta afectan la eficacia de los hongos entomopatógenos utilizados en control biológico de plagas.
Entre los hongos entomopatógenos destacan especies de Beauveria, Metarhizium, Isaria, Lecanicillium e Hirsutella. El texto resalta su rol en el manejo integrado de mosca blanca (Bemisia tabaci), trips (Frankliniella occidentalis), áfidos (Myzus persicae), paratrioza (Bactericera cockerelii) y piojo harinoso (Phenacoccus solenopsis).
Estos hongos, además de combatir patógenos del suelo y superficiales, interfieren con los mecanismos enzimáticos de resistencia de las plagas y promueven el crecimiento vegetal.
Los hongos entomopatógenos infectan a los insectos por contacto directo, no por ingestión. La infección ocurre cuando el insecto entra en contacto con áreas colonizadas por el hongo, como suelo o follaje. En ese momento, las conidias del hongo se adhieren a la cutícula del insecto, iniciando la infección.
Desempeño de los entomopatógenos
Los factores abióticos, como la radiación ultravioleta (UV), temperatura, humedad relativa y fungicidas limitan la efectividad de los hongos entomopatógenos en el campo.
La radiación UV puede dañar los mecanismos de biocontrol de los entomopatógenos, aunque ciertas formulaciones ofrecen protección. La temperatura afecta su funcionamiento.
Por ejemplo, Beauveria bassiana e Isaria fumosorosea germinan desde 2 °C, mientras que Metarhizium anisopliae necesita más de 10 °C.
Los hongos requieren al menos 70 % de humedad relativa durante 14 horas para su desarrollo, aunque las condiciones de humedad cerca de la superficie vegetal pueden ser suficientes.
Los fungicidas son generalmente compatibles con estos hongos si las aplicaciones se separan por al menos cuatro días, aunque algunos productos, como el mancozeb, deben evitarse.
Concentración efectiva y tiempo letal
Hay dos factores para seleccionar una cepa de hongo entomopatógeno para control biológico: la concentración efectiva y el tiempo letal medio. Se prefieren cepas que logren alta mortalidad con mínima concentración y en el menor tiempo posible.
La concentración efectiva se mide en unidades formadoras de colonias por mililitro (UFC/mL), indicando la dosis necesaria para un control eficaz.
Históricamente se medía en UFC por centímetro cuadrado (cm2) de área foliar, pero ahora se mide en UFC/mL.
Las concentraciones óptimas para un control efectivo varían entre Nx107 y Nx108 UFC/mL.
Ing. Alejandro Manuel de la Fuente Prieto
Asesor independiente
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