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Mosca del champiñón, una amenaza para la horticultura

Mosca del champiñón, una amenaza para la horticultura

Carlos Ramón Bernal Ruiz. Maestro en ciencias

Asesor y consultor de empresas hortícolas

  • Si no se detecta a tiempo, sus daños propician la presencia de fitopatógenos del suelo

En Sinaloa, la mosca del champiñón, Bradysia spp. (Diptera: Sciaridae), es un insecto plaga relativamente nuevo (cuatro años) que daña cultivos en invernaderos, casa sombra y campo abierto; es conocida también como mosca del mantillo, mosca negra, mosca del suelo, mosca del sustrato o Fungus gnat.

Transmisores de ácaros, virus, hongos y nematodos

Las larvas transmiten ácaros, virus y nematodos, mientras que los adultos pueden ser portadores de varias especies de hongos. Estas especies de dípteros se localizan en ambientes húmedos y ricos en materia orgánica; tienen una marcada preferencia por las plantas de la familia liliáceas (ajo, cebollín, etcétera).

   El nombre de Fungus gnat (mosquita del hongo) se aplica a varias especies de dípteros de las familias Mycetophilidae y Sciaridae. Estos insectos son plagas comunes de plantas ornamentales como clavel (Dianthus sp.), Begonia spp., Iris spp., o Rosa spp.; aunque existen evidencias de que podrían ser plagas de cultivos forrajeros.

   En Europa y Estados Unidos de América, dos especies de Fungus gnat: Bradysia difformis = B. impatiens (Johansen), son consideradas como plagas muy importantes en invernaderos.

Medidas de control

  • Mantener las instalaciones de trabajo limpias y evitar la acumulación de todo tipo de basura.
  • Eliminar la maleza y la materia orgánica en proceso de descomposición.
  • Revisar la plántula al momento de su compra para inspeccionar la presencia de adultos y larvas de Fungus gnat.
  • Evitar el uso de compostas que no han cubierto adecuadamente su proceso de compostaje (sin control de calidad).
  • Pasteurizar el sustrato utilizado para la producción de plántula.
  • Utilizar un sustrato con buen drenaje para evitar los excesos de humedad.
  • Riegos ligeros, para un desarrollo adecuado, sin que este se vea afectado.
  • Evitar encharcamientos de agua en las áreas de trabajo.
  • Enterrar o quemar las plantas con daños causados por Fungus gnat.
  • Efectuar una fertilización balanceada.
  • Mantener los sustratos lejos de las mallas, túneles o invernaderos.
  • Evitar la presencia de algas y eliminarlas, de ser necesario.

El artículo completo está disponible en el número 2, páginas 11, 12 y 13, de su revista Agro Excelencia.

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