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Relación entre enfermedades y nutrición en hortalizas

José Alberto Quintero Benítez. Doctor en ciencias

Universidad Autónoma de Sinaloa

Existe una relación conocida entre el estado nutricional de las plantas y el impacto causado por las enfermedades de los cultivos. Las plantas nutricionalmente equilibradas toleran más el ataque de los patógenos, mientras que las desbalanceadas son presa fácil de los fitopatógenos y ocasionan fuertes pérdidas.

     El presente artículo pretende explicar cómo una nutrición balanceada permite a los cultivos tolerar el ataque de plagas y enfermedades. Asimismo, presenta ejemplos conocidos de enfermedades que son afectadas por el estado nutricional de las plantas cultivadas, haciendo énfasis en la importancia de mantener el equilibrio nutricional de las plantas como parte de las estrategias de Manejo Integrado de Cultivos (MIC).

Relación entre la nutrición y las enfermedades

Los desequilibrios nutricionales más frecuentes en las hortalizas en Sinaloa son:

  • Exceso de nitrógeno.
  • Bajo aporte de potasio y calcio.
  • Deficiencias o bloqueos de microelementos como zinc, fierro, boro y otros.

Enfermedades causadas por exceso o deficiencia de nutrientes

Los excesos o deficiencias de algunos elementos esenciales pueden causar alteraciones importantes de la fisiología vegetal: forman parte de las enfermedades abióticas conocidas como “fisiopatías”. Entre las más comunes tenemos la formación de follaje excesivo y suculento, muy susceptible al ataque de plagas y enfermedades, debido al exceso de nitrógeno en las hortalizas. El exceso de este elemento y la falta de potasio, puede derivar en la escasa floración y falta de amarre en los frutos.

     La deficiencia de boro induce aborto de flores y problemas en la polinización, y forma parte de la fisiopatía conocida como “cara de gato”.

     El exceso de cobre en los cultivos en los que se realizan aplicaciones repetidas para el combate de bacterias y hongos induce el bloqueo del fierro, manifestándose como una clorosis de brotes jóvenes propia de la deficiencia de fierro.

El artículo completo está disponible en el número 1, páginas 13, 14 y 15, de su revista Agro Excelencia.

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