Trips: evita que golpeen tu producción de cítricos

  • Provoca cicatrices en ambos lados de las hojas y marchita los botones

  • En naranja, el umbral para aplicación es del 1 al 5 % de frutos dañados

Edgardo Cortez Mondaca
Doctor en ciencias
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias

La plaga de trips (Scirtothrips citri) suele ser perniciosa para los cítricos. Estos provocan daño en los frutos, ocasionando que pierdan valor para el mercado.

     Los trips de los cítricos son insectos de 0.7 a 0.9 milímetros (mm) de longitud, de cuerpo fusiforme amarillo-naranja, con alas de flecos y ojos rojo brillante.

     Este insecto plaga presenta cuatro instares ninfales: la larva de primer instar es muy pequeña; el segundo instar carece de alas y es casi del tamaño del adulto; el tercer y cuarto instar son llamados prepupa y pupa, respectivamente. Estos últimos no se alimentan y completan su desarrollo en el suelo o en     cavidades del árbol (Davidson y Lyon, 1987).

     La hembra deposita en promedio 25 huevos en el tejido nuevo de hojas, frutos jóvenes, o ramas tiernas. Es posible que se produzcan hasta 12 generaciones del insecto al año (Davidson y Lyon, 1987).

Daños ocasionados por trips

La ninfa de segundo instar causa la mayoría del daño porque se alimenta debajo de los sépalos de los frutos pequeños. En el fruto ocasionan raspaduras pequeñas, causando cicatrices corchosas, grisáceas o plateadas alrededor del pedúnculo.

     Con el crecimiento del fruto, el tejido dañado se desplaza fuera de los sépalos como un anillo conspicuo de tejido corchoso.

     Los frutos son más susceptibles al daño desde que los pétalos caen hasta que alcanzan un tamaño alrededor de 3.7 centímetros (cm) de diámetro. Esto ocurre entre 6 y 8 semanas después de la caída de los pétalos.

     El daño por trips es mayor en frutos localizados en la parte externa de la copa del árbol donde son más susceptibles de ser dañados por viento o el sol.

     El ataque de la plaga en hojas y brotes ocasiona deformaciones. En las hojas causa un engrosamiento y cicatrices corchosas en ambos lados de la nervadura central, además de una coloración gris: puede marchitar los botones (Davidson y Lyon, 1987).

El artículo completo viene incluido en el volumen 50 de revista Agro Excelencia
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