-
El hallazgo podría llevar a la producción de cultivos más resistentes a la sequía
Las plantas necesitan luz, pero un exceso de radiación solar puede producirles afectaciones: son los llamados fotodaños. Para prevenir lo anterior, la planta produce una proteína capaz de cambiar de forma cuando hay demasiada luz solar.
La proteína envía una señal a la antena de luz de la planta, apagándola y asegurándose que la radiación solar excesiva sobre la planta se convierta en calor, de modo que no se dañe. Esta proteína es conocida como subunidad S del fotosistema II o PsbS, por sus siglas en inglés.
La proteína responsable
Investigadores de la Universidad de Leiden y de la Universidad Libre de Ámsterdam, en los Países Bajos, descubrieron que la proteína PsbS cambia de forma cuando hay un exceso de luz solar.
Para verificar este hallazgo, realizaron mutaciones en la proteína. Posteriormente, empleando técnicas de resonancia magnética nuclear (una prueba que utiliza un aparato con un potente imán para generar imágenes) y láser infrarrojo, observaron dónde tienen lugar los cambios esenciales en la proteína.
Mayor productividad y mejor protección contra sequías
El mecanismo de protección que otorga la proteína PsbS es relevante para las plantas, pero limita la eficiencia con la que una planta puede convertir la luz solar en energía.
La fotosíntesis es el principal mecanismo de nutrición de las plantas, como es ampliamente conocido.
“Por ello, es necesario conocer más sobre los mecanismos detrás de la fotosíntesis. Ajustando este sistema de protección contra daños, podremos mejorar los cultivos y obtener mayor producción de alimentos y una mejor tolerancia a la sequía”, compartió Anjali Pandit, miembro del equipo de investigadores.
Hallazgos anteriores muestran que las plantas de tabaco, con una mayor producción de PsbS, producen 15 % más de biomasa, es decir, mayor cantidad de materia viva.
El siguiente paso es averiguar cómo la proteína transmite una señal de advertencia en la planta y cómo esto conduce al ajuste de la reacción de la fotosíntesis.
Los resultados del estudio se han publicado en Nature Communications, una revista científica de acceso abierto revisada por pares que explora las ciencias naturales.
Fuente: Nature Communications