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La restauración del microbioma, una clave para frenar las enfermedades de suelo

Jesús Ignacio Simón Zamora
Ingeniero agrónomo
Gaia Asesoría Integral Ambiental

  • La biodiversidad de microorganismos es indispensable para mermar las problemáticas de la rizósfera

  • Es aconsejable utilizar té de composta y cubiertas vegetales para restaurar la salud del suelo

La disminución y pérdida de materia orgánica, disminución de fertilidad, mala estructura física por sobre laboreo, pérdida de nutrientes, desmineralización, mayor sensibilidad a plagas y enfermedades, además de incremento de costos y menores ganancias son algunas de las principales problemáticas por la degradación de los suelos.

     Existe poco conocimiento de la vida del suelo: no conocemos ni un 3 % de los agentes biológicos que actúan en ese espacio.

Las relaciones dentro de la rizósfera

Las plantas que crecen en el suelo no pueden desarrollarse adecuadamente sin bacterias, hongos y otros microorganismos que forman parte de la ecología de la rizósfera.

     Lo que existe dentro del suelo es un microbioma, sistema de bacterias microscópicas, hongos y arqueas[1] que interactúan con las raíces de las plantas. Ahora muchas de las dificultades que afectan a los agricultores en sus cultivos pueden ser explicados, por lo que se facilita la respuesta ante diversos problemas.

     Hablando en forma práctica, cuando la bacteria que alimenta a Fusarium, Verticillium y Rhizoctonia no se encuentra presente en la zona radicular, estos patógenos pueden fácilmente desarrollarse y atacar a las plantas. Lo mismo ocurre con los hongos de la clase Hyphomycete, que inhiben a los nematodos fitopatógenos.

     Por ejemplo, los nematodos se encuentran frecuentemente en un número muy superior al del umbral del daño económico. La recomendación técnica es aplicar nematicidas. Sin embargo, en un buen análisis biológico se muestra que solo una parte son patógenos: el grueso se alimenta de otros nematodos, bacterias, hongos y protozoarios. La aplicación de nematicidas no discrimina y mata a todos por igual.

¿Cómo recuperar esa red biótica o microbioma de mi suelo?

El tratamiento debe ser integral para obtener mejores resultados. Por ejemplo, para un problema de fungosis en tomate se recomienda un fungicida; sin embargo, este producto cae en su mayoría al suelo, afectando a los hongos que ahí se encuentran y, por consecuencia, se debilita el sistema de protección de las raíces, ya que existen más de 300 tipos de hongos que controlan o intervienen en las poblaciones de nematodos, además de proporcionarle nutrientes a las raíces.

     Al aplicar el fungicida se eliminaron a muchos hongos que interactuaban y defendían a la raíz de los nematodos. La relevancia de los hongos no se detiene ahí, pues además son los microorganismos constructores de suelo y humus.

     En la ciencia se empieza a reconocer que estos impactos de los agroquímicos son muy perjudiciales: deshacen las redes alimenticias y provocan inestabilidad y más propensión a enfermedades; por ello, se recomienda la biorremediación, proceso que utiliza la capacidad de los microorganismos (bacterias, hongos o algas) para degradar los contaminantes.

El artículo completo está disponible en el número 31, páginas 7 a. 9, de su revista Agro Excelencia

Descargar vol. 31

[1] Las arqueas son grupo de microorganismos que conforman su propio dominio (categoría taxonómica, por arriba del reino y el superreino) y reino.