Limpieza y desinfección en la horticultura protegida

Kenjiro Komukai Solórzano
Biotecnólogo
Koppert México

  • El proceso de desinfección es relevante para prevenir infecciones de microorganismos fitopatógenos, como Clavibacter michiganensis

  • Esta es una de las principales medidas para evitar el ataque del virus rugoso del tomate

Las pérdidas en el cultivo ocasionadas por enfermedades provenientes de microorganismos fitopatógenos, como Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis, Fusarium oxysporum, virus del mosaico del pepino (PepMV), entre otros, han sido un dolor de cabeza para los productores de hortalizas en México.

      Dichos microorganismos patógenos mutan constantemente y se vuelven cada vez más resistentes a los desinfectantes y a algunos otros agentes químicos diseñados para su eliminación, esto debido al mal uso de este tipo de agentes biocidas.

       Existen herramientas como detergentes y desinfectantes específicamente diseñados para la agricultura, enfocados en el control de cierto tipo de patógeno en condiciones que habitualmente se presentan en la agricultura, como aguas duras, elevados niveles de suciedad orgánica, diferentes pH (medida empleada para conocr la acidez o alcalinidad en una disolución), etcétera.

      Una buena selección de detergentes y desinfectantes, junto a correctos procedimientos de dosificación y aplicación, son una inversión para prevenir y controlar enfermedades en cultivos bajo agricultura protegida, desde el trasplante, hasta la colocación del producto en anaquel.

Es necesario escoger desinfectantes probados

Antes de adquirir algún agente biocida, es necesario conocer si su eficacia  contra microorganismos patógenos fue evaluada, bajo qué métodos se evaluó y cuál fue la tasa de reducción de la población microbiana en dicho estudio.

      Un buen ejemplo de esto sería el reto microbiano establecido por la norma mexicana NMX-BB-040-SCFI-1999 para Salmonella, Listeria monocytogenes y Escherichia coli 0157:H7, la cual se realiza en laboratorios ISO 17025 que estén acreditados como tercería, es decir, que no sean juez ni parte a la hora de emitir un resultado.

      Lo que se busca en dicho reto microbiano es que la tasa de reducción de la población al usar cierto desinfectante sea igual o mayor a cinco logaritmos, lo que se traduce al 99.999 % de eliminación de microbios.

¿Cómo seleccionar el mejor desinfectante para mi casasombra o invernadero?

La eficacia de un desinfectante depende de los organismos que se quieren combatir, de su modo de multiplicación y de su resistencia al medioambiente y a las sustancias químicas.

      La concentración del desinfectante, el tiempo de contacto con las superficies, la temperatura ambiente, el nivel de suciedad orgánica, la dureza del agua, el pH y las coformulaciones juegan un papel sustancial en este rubro.

     Por tal motivo, se recomienda al productor de hortalizas que al momento de seleccionar un desinfectante para uso agrícola considere siempre los siguientes puntos:

  • Compatible con el entorno biológico.
  • Respetar normas y dosis de uso.
  • Relación costo-beneficio.
  • Procedimientos de limpieza y desinfección correctos.
  • Asesoría tecnológica y regulatoria.
  • Reducción de la población microbiana.
  • Soportar condiciones sucias y distintos pH.
  • Desempeño en agua dura.
  • Estabilidad a lo largo del día.
  • Amplio espectro de acción.
  • Soporte regulatorio.
  • No uso pecuario.

      Cabe mencionar que la limpieza previa a la aplicación de desinfectantes en superficies es un paso crucial dentro del proceso de limpieza y desinfección.

El artículo completo está disponible en el número 37, páginas 22 a 25, de su revista Agro Excelencia

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