Rosa Laura Andrade
Doctora en ciencias
Asesora en sanidad vegetal
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Pueden disminuir la eclosión de los huevos de incognita en más del 94 %
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Inhiben el crecimiento de Erwinia carotovora y Penicillium casei
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Detienen el crecimiento de Fusarium moniliforme y el fitonematodo destructor
La tendencia de la ciencia en el campo de la protección de las plantas es reducir el uso de plaguicidas y su reemplazo por preparaciones aceptables para el medioambiente.
Este artículo se centrará en los efectos de los exudados producidos por algunas levaduras, para el control de agentes causales de enfermedades como Colletotrichum spp. (antracnosis), Erwinia carotovora (pudrición blanda) y Penicillium casei (podredumbre azul) y otros patógenos.
¿Qué son las levaduras?
Las levaduras son hongos que forman colonias sobre medios de cultivo sólidos. Se las puede encontrar en la epidermis de frutas, hojas, flores y penetrar a los tejidos de las plantas. El suelo es un reservorio, desde el cual pueden llegar a los alimentos, pero también suelen hallarse en el agua de lagos y mares.
Las levaduras son organismos aerobios y, aunque muchas especies son fermentadoras, otras no lo son. El género Saccharomyces y otros más son fermentadores enérgicos de los azúcares bajo condiciones anaeróbicas. Durante los últimos años, este microorganismo ha presentado características especiales que han permitido desarrollar otro tipo de productos dirigidos a sectores diferentes.
La optimización de la producción de levaduras está basada no solo en la selección de la cepa, sino también en el mejoramiento de las condiciones medioambientales del cultivo como la temperatura, pH, agitación, aireación y concentración de nutrientes.
Las levaduras, bajo condiciones controladas, producen ácidos carboxílicos y ácidos grasos.
¿Cuál es el papel de los ácidos carboxílicos?
Los ácidos carboxílicos son compuestos que tienen una amplia movilidad en el suelo y la planta. Estos ácidos fortalecen a las plantas y las hace más resistentes al estrés por calor, frío, sequía y enfermedades o plagas.
Al robustecer estos ácidos, las paredes celulares de los tejidos vegetales se obtienen mejores frutos con una mayor firmeza que inciden en su vida de anaquel y disminución de incidencia de enfermedades de poscosecha.
Los ácidos carboxílicos son componentes esenciales de sustancias vegetales y vitaminas. Además, tienen una relación con el metabolismo del nitrógeno, ya sea en simbiosis o libre sin asociación.
Siendo el suelo un sistema poroso asociado a las plantas, es en la rizósfera en donde tiene la mayor influencia por la presencia de las raíces vivas. Ahí se exudan compuestos orgánicos que estimulan o inhiben las poblaciones microbianas y sus actividades.
Los ácidos carboxílicos se liberan al suelo por todo tipo de organismos, y en el caso de las plantas representan una respuesta al estrés por nutrientes.
El artículo completo está disponible en el número 33, páginas 10 a 12, de su revista Agro Excelencia.