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Quitosano: innovadora herramienta biorracional para el control de nematodos

Juan Fernando Solís Aguilar
Doctor en ciencias
Promotora Técnica Industrial

  • El quitosano ejerce control mediante dos métodos: inhibición de crecimiento e inducción de resistencia sistémica a infecciones

  • Esta sustancia al mineralizarse en el suelo aumenta la presencia de microorganismos benéficos que consumen la quitina de los nematodos

El uso de agentes químicos para el control de microorganismos fitopatógenos se encuentra muy cuestionado, lo que ha llevado a considerar otras opciones. El uso de otros compuestos naturales como el quitosano podría ser una solución adecuada a esta problemática.

     El quitosano representa una alternativa muy promisoria debido a su carácter natural, significativa actividad biológica y facilidad de obtención. Este ha demostrado tener actividad contra un amplio espectro de patógenos, que puede ser manifestado de dos formas: por inhibición del crecimiento y por la inducción de resistencia sistémica a infecciones.

     La segunda forma es la más importante para las prácticas agrícolas y representa un novedoso método de control de las enfermedades, la cual está basada en la activación de los mecanismos de control de la enfermedad en la planta (Rodríguez-Pedrozo et al., 2009).

¿Qué es el quitosano?

El quitosano es un polisacárido (biomolécula formada por gran cantidad de azúcares simples) que se obtiene de la quitina parcialmente desacetilada y es el segundo polisacárido más abundante en la naturaleza.

     La quitina es el polímero más abundante después de la celulosa. Está presente en la pared celular de hongos, levaduras y en el exoesqueleto de los invertebrados como cangrejos e insectos. La principal fuente de obtención de esta sustancia son los desechos de los crustáceos (Rodríguez-Pedrozo et al., 2009).

     En relación con las respuestas de defensa que el quitosano activa se pueden citar las siguientes (Vander et al., 1998; Ben-Shalom et al., 2003):

  • Síntesis de lignina y callosa para la formación de barreras físicas en la planta.
  • Inducción de la fenilalanina amonio liasa, enzima que promueve la formación de paredes celulares.
  • Biosíntesis de fitoalexinas, un compuesto antimicrobiano de las plantas.
  • Producción de inhibidores de proteasas y proteínas relacionadas con la patogenicidad, como quitosana, glucanasa, peroxidasa (POD) y quitosanasa.
Promueve la presencia de microorganismos benéficos en el suelo

Se ha demostrado que el quitosano induce o inhibe diferentes actividades bioquímicas durante la interacción planta-patógeno, mejorando la tolerancia a una amplia variedad de fitopatógenos, lo que indica que el uso de este compuesto como inductor natural puede ser explotado en la agricultura sostenible.

     El quitosano es un polímero natural no tóxico y biodegradable que, al mineralizarse en el suelo, libera amoniaco en concentraciones tóxicas que alteran la permeabilidad de membranas celulares y provocan un desequilibrio en el metabolismo interno del nematodo, bloqueando el suministro de sustancias necesarias para el metabolismo.

El artículo completo puede encontrarlo en el volumen 43 de revista Agro Excelencia
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