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5 consejos esenciales para mantener suelos saludables

  • La rotación y uso de cultivos de cobertura mantienen la salud del suelo y le protegen contra la erosión

  • La salinidad afecta el crecimiento y calidad de los cultivos: es necesario establecer sistemas de monitoreo para su control

El cuidado del suelo es sustancial para mantener la productividad agrícola y prevenir la pérdida de nutrientes. A continuación se presentan orientaciones prácticas para proteger y mejorar la calidad del suelo para preservar su fertilidad a largo plazo.

Algunos consejos para el cuidado de los suelos en la agricultura comercial en México son los siguientes:

  1. Implementar prácticas de conservación de suelos: rotación de cultivos, siembra directa, uso de cultivos de cobertura y reducción de la labranza, para mantener la salud del suelo y reducir la erosión.
  2. Monitorear y controlar la salinidad del suelo: acciones como implementar de sistemas de drenaje adecuados y la aplicación de fertilizantes con moderación ayudan al monitoreo y control de la salinidad.
  3. Usar prácticas de riego eficiente: el riego excesivo contribuye a la salinización del suelo y la erosión; prácticas de riego eficiente, como el riego por goteo o por aspersión, reducen la cantidad de agua utilizada y minimizan el impacto en el suelo.
  4. Implementar prácticas de manejo integrado de plagas: el uso excesivo de plaguicidas y herbicidas daña la salud del suelo y afecta la calidad de los cultivos. La rotación de cultivos, uso de insectos benéficos y aplicación selectiva de plaguicidas contribuyen a tener suelos saludables.
  5. Realizar análisis de suelos y aplicar fertilizantes con moderación: estos proporcionan información sobre la salud del suelo y las necesidades nutricionales de los cultivos para evitar la sobrecarga de nutrientes en el suelo.
Salinidad del suelo

El cuidado de la salinidad del suelo garantiza el crecimiento y la calidad de los cultivos. La salinidad del suelo se refiere a la acumulación de sales, que ocurre por el uso excesivo de fertilizantes, riego con agua salina, falta de drenaje adecuado, entre otros factores.

Cuando la salinidad del suelo es alta, el crecimiento de las raíces es afectado, lo que disminuye la absorción de nutrientes y agua por parte de las plantas. Esto reduce el rendimiento y la calidad de los cultivos.

Niveles altos de salinidad ocasionan daño físico a las raíces y disminuyen la resistencia de la planta a las enfermedades y las plagas.

¿Cómo controlar o prevenir la salinidad?

Algunas prácticas para controlar la salinidad incluyen la implementación de sistemas de drenaje adecuados, el uso de fertilizantes con moderación y la selección de cultivos resistentes a la salinidad.

Los sistemas de drenaje evitan la acumulación de agua y sales en el suelo, lo que puede aumenta su salinidad.

El uso de fertilizantes con moderación es útil para controlar la salinidad del suelo: su uso excesivo aumenta los niveles de sales. Es idóneo aplicar fertilizantes según las necesidades de los cultivos y evitar la sobrecarga de nutrientes.

Algunos cultivos, como la espinaca, el brócoli y los chiles, son más resistentes a la salinidad que otros y son una opción más recomendable en suelos con alta salinidad.

Controlar la salinidad del suelo garantiza el crecimiento y la calidad de los cultivos en la agricultura comercial en México. La implementación de prácticas de drenaje adecuadas, el uso de fertilizantes con moderación y la selección de cultivos resistentes a la salinidad permiten controlar la salinidad del suelo y mejorar la calidad de los plantaciones agrícolas.

Fuente: FAO