Raymundo Saúl García Estrada
Doctor en ciencias.
Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo
- Recomendaciones para un uso inteligente y sustentable de cultivos hortícolas
- Algunos cuidados en el uso del riego, nutrición y manejo de patógenos
Las enfermedades en los cultivos son el resultado de la irritación continua de un órgano de las plantas o de la planta entera. Este daño prolongado ocasiona síntomas, que son el efecto visible de la enfermedad.
Los síntomas son causados por agentes bióticos o abióticos. Estos últimos provocan enfermedades que no son transmisibles de tejidos o plantas enfermas a tejidos y plantas sanas. Estas enfermedades son causadas por el estrés de agua (exceso o deficiencia), estrés de temperatura: alta o baja, quemadura de sol o efectos de lupa o chimenea, e incluidos estrés de fertilizantes (deficiencia o exceso), perjuicios por agroquímicos u otras sustancias y daños genéticos, por ejemplo.
Los agentes bióticos son organismos como hongos, bacterias, nematodos, virus y fitoplasmas. Este tipo de patógenos son conocidos como agentes infecciosos: tienen la capacidad de transmitirse de tejidos enfermos a sanos. Sin embargo, para que estos organismos causen una enfermedad, deben existir mínimamente tres condiciones:
- Que el patógeno se encuentre en una etapa de virulencia.
- Que la planta u hospedero se halle en estado susceptible al ataque de patógenos.
- Que existan condiciones de ambiente propicias para presentarse la interacción de hospedero y patógeno.
En la agricultura actual, por ser muy intensiva, y enfrentar el cambio climático, ofrece condiciones para que las plantas entren a un estado susceptible, mientras que los patógenos expresan cada vez mayor virulencia. Esto ha propiciado la presencia de enfermedades que anteriormente no eran frecuentes en una determinada zona agrícola.
¿Cómo ser exitosos con el manejo integrado?
Para lograr éxito en el manejo integrado, mediante alternativas de bajo impacto ambiental, es necesario realizar una planeación desde antes de establecer el cultivo, así como identificar la o las enfermedades más frecuentes en un área determinada, además de conocer el ciclo biológico de los fitopatógenos, la predicción del clima y la calidad del agua.
El artículo completo está disponible en el número 9, páginas 18-20, de su revista Agroexcelencia.
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