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Bioherbicidas, posibles alternativas al glifosato

Los bioherbicidas, antes llamados herbicidas orgánicos, se proponen como otra alternativa al uso del glifosato. Estos originalmente estaban pensados para el control de malezas bajo agricultura orgánica.

Luis Miguel Tamayo Esquer presentó los avances de investigación realizados por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias en el control de malezas durante un conversatorio organizado por la Sociedad Mexicana de la Ciencia de la Maleza y se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad Autónoma Chapingo sobre la situación del glifosato, que tuvo lugar en el marco del decreto emitido el 31 de diciembre de 2020. Dicho decreto propone limitar y, en última instancia, prohibir gradualmente el uso del herbicida para el 31 de enero de 2024.

Esquer Tamayo presentó una serie de ingredientes activos y formulaciones eficaces para el control de malezas, con registro OMRI, pero sin registro Cofepris.

Formulaciones de bioherbicidas

La primera formulación de bioherbicida estaba compuesta por lo siguiente:

  • Aceite de conífera 40 %
  • Extracto de toloache (Datura stramonium) 10 %
  • Extractos de plantas alelopáticas 42 %
  • Metabolitos del hongo Puccinia 2 %
  • Aceite de coco no hidrogenado 6 %

La formulación 2:

  • Gordolobo 20 %
  • Aceite de coco 20 %
  • Resina de pino 20 %
  • Hongo Puccinia 20 %
  • Papaína 20 %
Bioherbicidas en malezas.
Probaron efectividad de bioherbicidas en pasto banderilla.

Resultados

Estos bioherbicidas demostraron un control efectivo de la correhuela en la fase de presiembra de cultivos anuales, como maíz y trigo. A diferencia del glifosato, que solía ser el herbicida más utilizado para el control de esta maleza en la etapa de presiembra y durante la maduración fisiológica de estos cultivos.

Un estudio en el Campo Experimental Norman E. Borlaug, ubicado en Ciudad Obregón, Sonora, México evaluó formulaciones de bioherbicidas en comparación con el glifosato. Estas formulaciones se aplicaron en intervalos de 14 a 28 días, en dosis de 1.5 a 2.0 litros por hectárea.

Inicialmente, las aplicaciones de bioherbicidas mostraron una menor eficacia en comparación con el glifosato. No obstante, con el tiempo, los resultados se asemejaron. A los 14 días posteriores a la aplicación, la dosis de 2.0 litros por hectárea de los bioherbicidas 1 y 2 logró un control del 75 % y 80 %, respectivamente, mientras que el glifosato alcanzó un porcentaje de control superior al 90 %.

Sin embargo, a partir del día 28, la efectividad del glifosato disminuyó al 80 %, mientras que los bioherbicidas mantuvieron una estabilidad superior.

Similares en eficiencia

Estas formulaciones, en última instancia, demostraron niveles similares de eficiencia. Cabe mencionar que algunas de ellas son más costosas en comparación con el glifosato, con la excepción de la formulación 2, que resulta más económica, con un costo de 578 pesos por litro, en contraste con los 800 pesos por litro de la marca de glifosato. Algunas formulaciones de bioherbicidas pueden alcanzar un costo de hasta 1200 pesos por litro.

En el Campo Experimental La Laguna se llevaron a cabo ensayos con bioherbicidas en cultivos de nogal. Los resultados indicaron que, utilizando la mitad de la dosis comercial (1.0 L/ha), las formulaciones 1 y 2 lograron un control satisfactorio del 87.5 % al 92 % en un período de 35 a 42 días después de la aplicación.

Luis Miguel Tamayo Esquer destacó que, en el caso de las malezas con un tamaño inferior a 10 centímetros, se logra un control del 100 % con las dosis comerciales de bioherbicidas. Sin embargo, a medida que el tamaño de la maleza aumenta, el control con estas alternativas se vuelve más complicado.

Resultados con otras malezas en diversas regiones

Luis Miguel Tamayo compartió investigaciones realizadas en diferentes campos experimentales del Inifap. En el Campo Experimental de Río Bravo, Tamaulipas, en condiciones de campo, fue necesario duplicar las dosis de los bioherbicidas 1 y 2 para mantener el control por encima del 90 % en el caso del pasto banderilla (Leptochloa filiformis).

Además, se examinó el caso del amaranto de Palmer (Amaranthus palmeri), que arrojó resultados positivos, con un control superior al 85 % mediante el uso de bioherbicidas, mostrando un mejor desempeño en comparación con el glifosato, ya que esta especie es resistente a dicho químico.

En relación con los bioherbicidas, los investigadores concluyeron que la respuesta diferencial depende de las especies de maleza y de su tamaño. Los efectos más significativos se observaron a los 7 días después de la aplicación, aunque posteriormente la mayoría de las plantas lograron recuperarse del efecto tóxico inicial, como se evidenció en el caso de Amaranthus.

Se han identificado bioherbicidas alternativos que, a concentraciones más elevadas, ofrecen un control suficiente para especies problemáticas como Leptochloa filiformis y Amaranthus palmeri. Sin embargo, su alto costo por hectárea, en comparación con el glifosato, ha limitado hasta la fecha su adopción en aplicaciones comerciales.

De acuerdo con los investigadores, las dosis necesarias para lograr un control efectivo de las malezas, superando el umbral del 87.5 %, en las condiciones del desierto sonorense, varían entre 2 y 8 litros por hectárea, dependiendo de la especie de maleza. Estas pruebas se llevaron a cabo en condiciones de altas temperaturas, superiores a los 40º C.

¿Existen alternativas químicas?

Esquer Tamayo informó que están realizando pruebas con herbicidas químicos alternativos al glifosato, especialmente con paraquat y glufosinato. Estos fueron mezclados con indaziflam y otros agroquímicos, y mostraron resultados del 75 % con paraquat y 85 % con glufosinato en cítricos de recién establecimiento y huertas ya establecidas.

Probaron las siguientes formulaciones:

  • Paraquat 4 L + halosulfurón metil 0.2 kg/ha
  • Glufosinato 4L + indaziflam 0.4 L/ha
  • Paraquat 4 + indaziflam 0.4 kg/ha

En el cultivo de maíz hay una nueva alternativa química en posemergencia dirigida: tiafenacil. Aplicaron dosis de 52, 70 y 105 mL/ha, obteniendo un control de Amaranthus palmeri de 95.8, 96.5 y 98.5 %, respectivamente, en intervalos de 7, 14 y 21 días después de aplicar.

Esquer Tamayo concluyó que no hay tratamiento que controle todas las especies de malezas. Los bioherbicidas bajo condiciones particulares de maleza con tamaño mayor a 30 cm no son una alternativa al glifosato.

Fuente: Redacción

Bioherbicidas, opción contra amaranto Palmer
Bioherbicidas, opción contra amaranto Palmer.

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