José Ramón Mejía Arreaza
Doctor en ciencias
Syngenta
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Los ingredientes activos del fungicida producen la muerte del hongo a través del bloqueo de enzimas
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A mayor precisión en la fabricación del ingrediente activo en forma tridimensional, mayor es el control ofrecido
Los hongos constituyen uno de los factores limitantes de la producción agrícola mundial, ocasionando pérdidas del 25 %. Por esa razón, es necesario su oportuno control, antes de que su presencia genere mermas significativas en el rendimiento de los cultivos.
Lo más recomendable es la integración de los métodos de control existentes, entre los que está el control químico a través del uso de fungicidas.
Al hablar de fungicidas siempre se mencionan aspectos relacionados con el momento de aplicación y su desplazamiento dentro de la planta; sin embargo, nunca se menciona cómo el fungicida elimina al hongo, es decir, su modo de acción.
Se entiende por modo de acción al proceso fisiológico que inhibe el producto dentro del cuerpo del hongo, ocasionándole su muerte. Ahora bien, para comprender el modo de acción de un fungicida, es necesario revisar aspectos relativos al hongo y al propio agroquímico.
¿Qué son los hongos?
El hongo es un organismo vivo que tiene las características comunes a todo ser viviente en este planeta Tierra: tiene un cuerpo, cumple etapas de desarrollo, se relaciona con su entorno, se alimenta y funciona.
¿Cómo funciona un hongo? Para responder a esta pregunta, volveremos al punto donde señalábamos que los hongos tienen un cuerpo. Efectivamente, el cuerpo del hongo está formado por células, con cierta similitud a la célula vegetal. Sin embargo, la principal diferencia es la ausencia de cloroplastos (encargados de la fotosíntesis), lo que convierte obligatoriamente al hongo en un organismo heterótrofo, es decir, se alimentan de otros seres vivos.
La célula del hongo puede dividirse en tres grandes compartimentos:
- Pared celular. Destaca la presencia de la quitina, sustancia con una capacidad elevada de regeneración natural.
- Membrana plasmática. Especie de barrera entre el interior de la célula y su entorno: que permite la entrada y salida de moléculas. Está formada fundamentalmente por ergosterol, un compuesto útil para la acción de fungicidas.
- Citoplasma. Su principal función es contener y permitir el movimiento de los ribosomas, las mitocondrias, entre varios más.
Dentro de sus células, el hongo produce los compuestos clave que le permiten su crecimiento y desarrollo: adenosín trifosfato (molécula utilizada por los organismos vivos para proporcionar energía en las reacciones químicas), proteínas, lípidos y quitina; dentro de su núcleo, presenta los ácidos desoxirribonucleicos y ribonucleicos.
Se estima que los hongos pueden presentar de 10 000 a 18 000 genes, aproximadamente. Aquí cabe una nueva pregunta: ¿cómo un hongo puede producir todos esos compuestos dentro de sus células? La respuesta es muy sencilla: por el metabolismo.
Los hongos, como el típico organismo vivo, presenta un metabolismo cambiante, influenciado por las condiciones ambientales, especialmente la humedad y la temperatura.
¿Cómo combate un fungicida al hongo?
Los ingredientes activos de los plaguicidas, incluyendo a los fungicidas, producen la muerte del hongo a través de la inhibición o bloqueo de enzimas. En otras palabras, el activo de un fungicida es un competidor inhibitorio de los cofactores enzimáticos por el sitio de acción en la enzima respectiva. Mientras mejor sea el acople o la unión del activo al mismo centro activo de la enzima, mayor será el control ejercido por ese producto sobre el hongo.
Cuando un ingrediente activo tiene la capacidad de bloquear a una sola enzima, se denomina unisitio. Por el contrario, cuando ese ingrediente activo puede impedir simultáneamente a dos o mas enzimas, se denomina multisitio.
Como todos los ingredientes activos de los plaguicidas son inhibidores de enzimas, es absolutamente necesaria la correcta fabricación del activo, ya que, a mayor precisión en la forma tridimensional del producto, mayor es el control ofrecido. Las mejores empresas diseñan la forma tridimensional de los ingredientes activos que comercializan, a imagen y semejanza de la enzima por ellos inhibida, a través de una rama de la ciencia conocida como “genómica”.
Uno de los primeros fungicidas obtenidos a través de esta sofisticada tecnología es una variante del grupo químico de las carboxamidas, denominada pydiflumetofen. Este enorme esfuerzo e inversión con toda seguridad redundará en grandes beneficios para los productores alrededor del mundo.
El artículo completo está disponible en el número 38, páginas 7 a 9, de su revista Agro Excelencia.