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Un buen manejo del calcio predice el comportamiento en poscosecha
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Los extractos de algas pardas recuperan suelos salinos
Los suelos en México experimentan un proceso de salinización. El calcio es retenido por la capacidad de intercambio catiónico (capacidad del suelo de retener nutrientes, como el calcio) de los suelos, mientras que el sodio presente en el agua de riego se convierte en el elemento más perjudicial.
El sodio en exceso afecta la estructura física del suelo, ocasionando la obstrucción de sus poros y la falta de aireación, lo que lleva al colapso del suelo e incluso la muerte de las plantas.
El calcio es necesario para la floculación de los suelos. La floculación es el proceso de unir partículas finas en grupos más grandes, lo que mejora la estructura y permeabilidad del suelo.
En presencia de altos niveles de sodio, los coloides se dispersan, provocando la desfloculación del suelo. El complejo coloidal influye en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo; está compuesto por arcillas y materia orgánica en forma de humus.
Factores como la pobre aireación, bajas temperaturas y enfermedades o plagas del suelo limitan la absorción del calcio.
La concentración salina de la solución del suelo, el efecto competitivo de otros cationes, como el magnesio (Mg2+), el potasio (K+) y el sodio (Na+) y factores que afectan la transpiración de la planta influyen en la absorción de calcio.
El calcio en la planta
Una vez absorbido, el calcio está en hojas y tallos, y se encuentra en menor proporción en semillas y frutos.
Un adecuado manejo de la nutrición de calcio predice el comportamiento de frutas y hortalizas en poscosecha, ya que este influye en la vida útil de la fruta.
La absorción del calcio desde la solución del suelo ocurre a través del apoplasto (espacio de las plantas que permite el transporte pasivo de agua y nutrientes), donde se une a las paredes celulares y a la membrana plasmática, la estructura que protege la célula.
El transporte del calcio se realiza a través del xilema, tejido que transporta agua y nutrientes. Sin embargo, este nutriente se trasloca más lentamente a órganos que tienen una baja relación transpirativa, como los frutos y las hojas en crecimiento.
Gonzalo Patricio Bernal Salinas
Ingeniero agrónomo
Asesor independiente
El artículo completo está disponible en el volumen 53 de Agro Excelencia
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