Conociendo al enemigo: el ácaro blanco

Carlos Ramón Bernal Ruiz
Maestro en ciencias
Asesor independiente

  • Es una plaga que impacta cultivos como chiles picosos y bell pepper

  • Al alimentarse provocan malformaciones del follaje y detienen el crecimiento de la planta

En México, el ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus Banks) se ha convertido en una plaga de impacto en cultivos bajo agricultura protegida y a campo abierto, llegando a ocasionar reducciones en la producción convencional y orgánica de chile bell pepper y chiles picosos.

     Esta especie se alimenta de cultivos de chile, tomate, papa, melón, calabaza, pepino, berenjena, frijol, mango, papaya, cítricos, además de plantas ornamentales como violeta africana, azalea, begonia, dalia, gerbera, entre muchas más. Por su parte, la planta conocida como bidens le sirve de hospedero alterno entre cada ciclo agrícola (Brown y Jones, 1983).

Identificar a la plaga, fundamental

Para establecer estrategias apropiadas contra el ácaro blanco, lo primero es hacer una buena identificación de la plaga, pero también, conocer su ciclo biológico y comportamiento, aspectos que a continuación se abordan.

     Polyphagotarsonemus latus (Banks) presenta tres estados biológicos de desarrollo:

     Huevecillos. Son traslúcidos de forma oval y ligeramente aplanados. Miden aproximadamente 0.08 mm de longitud. La superficie superior está adornada con 5 o 6 hileras de protuberancias blancas (llamadas tubérculos). Estos tubérculos los distinguen de otros huevecillos de ácaros.

     Ninfa. Las ninfas presentan forma de pera y tienen tres pares de patas. Recién emergidas son traslúcidas y después cambian a un color blanquizco debido a diminutas aristas de este color que tienen en la cutícula (Hill, 1983). Miden alrededor de 0.1 mm de longitud.

     Adulto. Las hembras adulto tienen forma oval, son ligeramente más anchas en la parte frontal. Miden de 0.15 a 0.20 mm de longitud. Los machos son un poco más chicos y anchos, de color ámbar o verde amarillento traslúcido.

      Las hembras presentan una línea blanca muy fina que corre longitudinalmente por su cuerpo que se bifurca al final de la parte posterior. Cuentan con cuatro pares de patas: las hembras tienen su último par muy reducido, finalizando en un pelo largo; en cambio, en los machos las últimas patas son grandes y gruesas, terminando en una fuerte uña (Brown y Jones, 1983).

¿Cuáles son sus ciclos biológicos?

La hembra deposita de 30 a 70 huevecillos en forma individual en el envés de las hojas tiernas, durante un periodo de 8-13 días.

      Las hembras que no se aparearon ponen huevecillos que dan origen a machos, mientras que las que lo hicieron generalmente producen una progenie en una proporción de cuatro hembras por cada macho (Hill, 1983).

El artículo completo está disponible en el número 32, páginas 2 a 5, de su revista Agro Excelencia

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