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El rol de las flores en el control biológico de plagas

  • Los insectos depredadores como crisopa, catarinita o chinche pirata pueden alimentarse también del polen y néctar de las flores
  • Este beneficio puede alargar su vida hasta en ocho veces

Los insectos depredadores viven más tiempo cuando tienen acceso al néctar y al polen de las flores. Este hallazgo podría coadyuvar a la mejora del control biológico de plagas.

     Las flores no solo benefician a los insectos polinizadores, también ayudan a otro tipo de insectos. Este es el caso de los depredadores como crisopas, moscas, ácaros depredadores, chinches pirata y catarinitas, hábiles controladores de plagas cuya caza reduce la necesidad de aplicar agroquímicos para el control.

Polen y néctar, eficaz alimento secundario para los insectos depredadores

Hasta ahora, se creía que los insectos depredadores necesitaban presas para sobrevivir, pero en un estudio encontraron que la mayoría de los depredadores se beneficia enormemente de las flores e incluso pueden sobrevivir durante largos periodos de tiempo solo con néctar y polen.

     Por lo anterior, los agricultores pueden promover una producción constante de enemigos naturales para controlar a las plagas incorporando franjas y márgenes de flores en sus campos.

     “El polen y el néctar son suplementos en los que los insectos benéficos pueden sobrevivir cuando las plagas no están presentes. Al plantar una amplia variedad de flores se puede asegurar un efecto óptimo que asegura la supervivencia de los depredadores durante la temporada agrícola”, explicó Lene Sigsgaard, una de las investigadoras de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca.

     “Esta es una buena noticia para la agricultura sustentable, ya que el control biológico de plagas puede ayudar a reducir el uso de plaguicidas agrícolas. Además de eso, la presencia de más flores mejora la polinización y la biodiversidad, ya que atraen más insectos y polinizadores a los campos”, añadió

Las flores abiertas dan mejores resultados

Los investigadores apuntan que para que los insectos depredadores accedan al néctar, es necesario plantar flores abiertas de fácil acceso, ya que estos no están equipados con los largos tubos de alimentación que tienen las abejas, por ejemplo.

     Entre las flores abiertas y benéficas que son útiles para los depredadores están la zanahoria silvestre, la margarita, el eneldo y el diente de león.

Hasta 8 veces más vida con la presencia de las flores

El polen y néctar proveniente de las flores aumenta la energía de los insectos depredadores, lo que aumenta su sobrevivencia: las hembras sobreviven 2.2 veces más con acceso a las flores y los machos 1.7 veces más, en comparación con los insectos que solo tienen acceso al agua, por ejemplo.

     De las 17 especies de insectos depredadores que se probaron con las flores, nueve, incluidas las crisopas, las catarinitas y las chinches pirata, vivieron mucho más tiempo. La esperanza de vida de las ocho especies restantes, incluido un ácaro depredador, no fue significativamente mayor.

     También hay diferencias entre las flores: con el trigo sarraceno, que tiene flores abiertas, los insectos depredadores vivieron un promedio de 8.6 veces más. La malva, la milenrama y la margarita también son flores muy valiosas para estos insectos, mientras que el loto y la lengua de vaca, debido a sus tubos más profundos, son menos útiles.

     No obstante, los investigadores aconsejaron utilizar flores nativas para buscar crear hábitats permanentes para los insectos depredadores y polinizadores.

Fuente: Biological Control