Luz María Chombo Tovar. Maestra en ciencias.
Coordinadora de responsabilidad social en Eleven Rivers Agricultores Asociados.
-
Solo el compromiso y coordinación de productores agrícolas e instituciones permitirá erradicarlo para el 2020 en Iberoamérica.
La Organización Internacional para el Trabajo (OIT) ha catalogado al trabajo infantil agrícola como una de las actividades más peligrosas para los niños: no solo implica largas jornadas y pesadas cargas de trabajo, sino además, los menores de edad están expuestos a los agroquímicos y maquinaria, herramientas que pueden causarles graves daños a su salud e, incluso, la muerte.
En Sinaloa, Mñexico desde mediados de la década de los 90 del siglo XX, los productores hortícolas y algunas dependencias de gobierno estatal y del federal desarrollaron esfuerzos para retirar a los niños de los lotes de cultivo. Sin embargo, las gestiones impulsadas durante más de 10 años aportaron resultados mínimos.
Fue a partir del 12 de marzo de 2007, cuando los empresarios agrícolas, convocados por la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), firmaron el Acuerdo Institucional para Suspender el Empleo de Menores en la Horticultura. Este convenio fue ratificado el 26 de marzo de ese mismo año ante la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL). Paralelamente, esta dependencia instituyó el Programa Monarca como política compensatoria para beneficiar a las familias que retiraran a sus hijos de los campos de producción y los integraran a la educación primaria, otorgándoles despensas, becas y uniformes escolares.
Sistema de protección de la infancia
La erradicación de la mano de obra infantil debe acompañarse de acciones integrales que garanticen la protección de los niños: no basta con retirarlos de los surcos; dejarlos solos en las viviendas, sin comer y sin ir a la escuela, los expone a otros riesgos que también pueden comprometer su salud y su vida.
Cuando las empresas contratan trabajadores de otras entidades federativas y estos migran con sus familias, deben realizar las inversiones y gestiones necesarias para disponer de servicios destinados a la atención de los niños: educación, salud, alimentación, guarderías, recreación y deporte.
El artículo completo está disponible en el número 1, páginas 20, 21 y 22, de su revista Agro Excelencia.
Sé el primero en comentar