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Silicio, nutriente eficaz para la defensa contra fitopatógenos

Juan Luis Hurtado Golbano
Ingeniero agrónomo
Agri Nova Science

  • El silicio favorece el engrosamiento de la cutícula de la planta, proporcionando mayor rigidez estructural

  • Favorece la resistencia a la penetración de patógenos, como Botrytis y otras enfermedades fúngicas en el cultivo

El silicio es parte de rocas, arenas, limo y arcilla, y de la mayoría de los elementos minerales y biológicos que constituyen el suelo en el que se desarrollan los cultivos agrícolas.

     En el suelo de los cultivos, el silicio se encuentra en forma mineral (polímero), formando parte de la propia estructura; sin embargo, no puede ser asimilado en forma mineral por las plantas.

La presencia del silicio en los suelos

La presencia de ácido silícico en el suelo depende de la actividad microbiológica que ocurre en la materia orgánica; en suelos con bajo contenido de materia orgánica, su presencia es escasa.

     El silicio es un elemento esencial para los cultivos. Por su propia abundancia es muy difícil eliminarlo de su disponibilidad y es muy complicado probar su esencialidad (Werner y Roth, 1983).

     Los micronutrientes están normalmente muy por debajo del 1 % de la materia seca de la planta, mientras que los macronutrientes están por encima de este porcentaje. El silicio constituye entre el 0.1 % y el 10 % de su materia seca de las plantas, cantidades que exceden en algunos casos a los de otros macronutrientes como el nitrógeno o el potasio (Tisdale et al., 1985; Epstein, 1999).

¿Qué beneficios tiene el silicio en los cultivos?

En situaciones de aparición de vientos fuertes, el depósito de silicio aumenta el espesor de la cutina (componente principal de la cutícula, la capa cerosa protectora de las plantas) del tallo, así como el tamaño del sistema vascular, evitando así el encamado de los cultivos.

     Por su parte, el ácido ortosilícico tiene funciones bioquímicas, como el incremento de la producción de enzimas contra el estrés (Liang et al., 2007), favoreciendo la síntesis de elementos esenciales de la planta.

     El silicio influye en las funciones físicas de las plantas, como la transpiración, pues evita deshidrataciones por los fuertes vientos y altas temperaturas (Cooke y Leishman, 2011).

     El silicio propicia una mejora del balance de carbono en las hojas, lo que aumenta su longevidad. En la fotosíntesis ayuda a su fijación, evitando la competencia con el nitrógeno en la hoja (Cooke y Leishman, 2011).

     Tiene efectos profilácticos, es decir, sirve para proteger de algunas plagas y enfermedades, resultado de ambas defensas en las plantas: activas y pasivas (Van-Bockhaven et al., 2013).

     El silicio incrementa la resistencia al estrés hídrico y al exceso hídrico (Ferrón-Carrillo et al., 2019). El papel de este elemento es sumamente importante en condiciones de estrés durante el crecimiento de los cultivos.

     Los beneficios del silicio en el sistema radical de las plantas inciden sobre los mecanismos de defensa, evitando muerte celular en la raíz e incrementando las defensas para combatir hongos del suelo.

Su rol contra las plagas y enfermedades

Este elemento tiene un efecto contra algunos hongos patógenos de las plantas. El silicio se deposita en las paredes celulares de las plantas, contribuyendo con las propiedades mecánicas de la pared, como la rigidez y la elasticidad.

     El silicio muestra un marcado efecto contra estos hongos fitopatógenos:

  • Oidium neolycopersici con silicato de potasio.
  • Fusarium oxysporum sp. lycopersici con silicato de potasio.
  • Produce resistencia a mildiu y Botrytis.
  • En Botrytis cinerea, inoculado en hojas, retrasa la aparición de la enfermedad y la incidencia porque favorece la resistencia vertical y horizontal del cultivo.

El artículo completo está disponible en el número 39, páginas 8 a 10, de su revista Agro Excelencia.

Descargar vol. 39

Fotos: Agri Nova Science