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La primera acción: correcta calibración de equipos de aplicación foliar
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La rotación de ingredientes activos previene la formación de resistencias y proporciona mayor protección
Gilberto Gómez García
Maestro en ciencias
FIASA
El manejo integrado de enfermedades foliares consiste en el monitoreo, con aplicaciones oportunas en una combinación de acciones como selección de sitios y preparación, cultivares resistentes, prácticas de siembra, modificación del medioambiente y aplicación de productos fitosanitarios.
Este artículo enfatiza la aplicación de fungicidas en cultivos hortícolas. En el diagrama que se muestra enseguida se explican los pasos a seguir para mejorar un sistema integral contra fitopatógenos foliares.
I. calibración
El primer paso para optimizar el manejo integrado de enfermedades foliares es una correcta calibración de equipos de aplicación foliar y selección adecuada de coadyuvantes para el acondicionamiento del agua.
Es necesario realizar una caracterización fisicoquímica del agua, para acondicionarla a las recomendaciones de los ingredientes activos por aplicar a los fitopatógenos.
La elección de los equipos de fumigación, gasto de agua, tiempo de aplicación y cobertura proporcionan eficiencia en las soluciones de enfermedades foliares, cenicilla (Laiveillula taurica), por ejemplo.
Un coadyuvante de alta calidad incrementa la efectividad de productos biológicos, metabolitos, moléculas de nueva generación y nutrición foliar.
Los coadyuvantes pueden ser acidificantes, buffers (sistema que se opone a las grandes variaciones del pH en una disolución acuosa), dispersantes, adherentes, penetrantes, etcétera.
Al aplicar una aspersión foliar, las características de adherencia y cobertura garantizan la efectividad de los productos fitosanitarios.
La eficiencia en la pulverización se determina mediante el empleo de tarjetas hidrosensibles y se analizan con un software (de acceso libre) para teléfonos inteligentes. Estas tarjetas son pequeñas láminas sensibles a la humedad, usadas normalmente para medir la cobertura y uniformidad de aplicaciones foliares.
El software analiza automáticamente los datos obtenidos. Las tarjetas usadas son de color amarillo y se tornan azules con el impacto de las gotas de pulverización.
II. Modo de acción del fungicida
En segundo lugar, está la identificación del grado sistémico del fungicida y su modo de acción.
Es posible adecuar el cubrimiento foliar para garantizar una fumigación eficiente. Las deficiencias en la calibración significa un control insuficiente de agentes hongos fitopatógenos.
El modo de acción molecular describe el sitio específico donde el activo fungicida genera la afectación en el desarrollo de los fitopatógenos.
III. Evaluación de fungicidas en cucurbitáceas
El manejo integrado de enfermedades posibilta detectar cepas con pérdida de sensibilidad de fungicidas.
Es necesario adoptar materiales que presenten en los ensayos de validación control superior al 80 %. Con base en esto, se pausarían las aplicaciones de myclobutanil porque presentó 75 % de control. Este es un fungicida de amplio espectro que inhibe el crecimiento y desarrollo de los hongos.
La familia química triazol posee riesgo para el desarrollo de resistencia por el uso excesivo de esta molécula previamente a las validaciones. Los triazoles son compuestos químicos que inhiben el crecimiento y evitan la reproducción de los hongos.
Una vez controlada la enfermedad y transcurrido tres ventanas de aplicaciones en rotación de sitios activos, se puede reconsiderar volver a validar la efectividad de los triazoles.
Dentro de las moléculas evaluadas está un biofungicida formulado con la enzima betaglucanasa. El activo es un producto de la fermentación del hongo Trichoderma sp., el cual presenta un amplio espectro del control de especies de cenicillas en cultivos de pepino, calabaza, tomate, uva, frambuesa, espárrago y gramíneas.
La molécula daña la estructura de la pared celular de los hongos fitopatógenos. Inhibe su germinación, la generación de esporas y merma el crecimiento del micelio.
IV. Rotación de ingredientes activos
En escenarios convencionales se pueden considerar rotaciones e incluso mezclas de activos biológicos y sintéticos para un manejo integral enfocado en la disminución del desarrollo de resistencia y el cuidado de los costos.
La cuarta acción es realizar mezclas con base en los resultados de la selección de los activos más adecuados para el manejo integral. Su finalidad es retrasar la evolución de la resistencia. Los fungicidas se combinan como coformulaciones o mezclas de tanque.
El artículo completo está disponible en el volumen 52 de revista Agro Excelencia