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El acibenzolar-S-metil aplicado antes de la inoculación del virus del anillo del tomate redujo en 50 % la incidencia de virosis
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La aplicación de inductores de resistencia incrementó el peso de hojas en 75 %, peso de tallo en 44.76 %, peso de raíz en 83.87 %, y más
Dr. Francisco Daniel Hernández Castillo
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Dr. Marco Antonio Tucuch Pérez
GeenCorp Biorganiks
Este artículo presenta una revisión sobre la aplicación de la inducción de resistencia para combatir los virus fitopatógenos en el cultivo de tomate.
El texto explora los mecanismos de acción de los virus, detallan los síntomas que provocan y analiza su impacto en la producción. Examina elicitores bióticos y abióticos que pueden activar las defensas naturales de las plantas y mejorar su resistencia a las infecciones virales.
¿Qué son los virus de las plantas?
Los virus fitopatógenos son parásitos obligados que dependen de las plantas hospedantes para sobrevivir y multiplicarse. A medida que infectan a las plantas de tomate, los virus perjudican su fisiología, lo que resulta en una disminución de la calidad y el rendimiento de los cultivos.
Su modo de acción radica en la transmisión de su material genético a las células vegetales, lo que desencadena un proceso de replicación viral dentro de la planta.
Este proceso finaliza con la degradación de la célula huésped desde el interior, liberando más partículas virales al ambiente. La transmisión de estos virus puede ocurrir a través del polen, las semillas, insectos, nematodos, hongos o incluso mediante herramientas contaminadas.
Síntomas y pérdidas
Los virus fitopatógenos causan una variedad de síntomas en las plantas de tomate, lo que complica su detección temprana. Estos incluyen mosaicos, necrosis en hojas y frutos, reducción del crecimiento, maduración irregular de los frutos e incluso el colapso del crecimiento de las plantas.
La presencia de estos síntomas deteriora la fisiología de las plantas y reduce el rendimiento y la calidad de los cultivos, lo que resulta en pérdidas económicas que en algunos casos llegan hasta 80 % de la producción.
Variedades de virus en tomate
El tomate actúa como hospedero para una amplia variedad de virus y viroides, entre los que destacan el virus rugoso del tomate (ToBRFV), el virus del mosaico del pepino dulce (PepMV), el virus de la marchitez manchada del tomate (TSWV), el virus de las manchas necróticas del impatiens (INSV), el virus del mosaico del tomate (ToMV), el virus del bronceado del tomate (TSWV), el virus del rizado amarillo (TYLCV) y otros.
Esta diversidad de virus complica su manejo en los cultivos de tomate.
La inducción de resistencia
Una de las estrategias para contrarrestar los efectos de los virus en el cultivo de tomate es la activación de las defensas naturales de las plantas mediante la inducción de resistencia.
Este enfoque ocurre mediante los elicitores, moléculas capaces de estimular los mecanismos de defensa de las plantas y promover la producción de compuestos como fitoalexinas, fitohormonas y enzimas de resistencia.
Estos inductores de resistencia fortalecen la fisiología de las plantas y las vuelven más resistentes a los ataques virales.