Las nanopartículas de zinc y hierro mejoran el vigor de las plántulas de tomate y maíz, altura, diámetro y peso en fresco en brócoli.
Expertos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey estudiaron el desarrollo y evaluación de bionanofertilizantes de zinc y hierro.
Estos fueron formulados con Pseudomonas sp. y Spirulina platensis, y microalgas, con lo que buscan potenciar sus efectos benéficos.
Funcionalización de nutrientes
La síntesis de las nanopartículas resultó en partículas de óxido de zinc y un tipo de óxido de hierro con propiedades magnéticas.
Posteriormente, se combinó con especies de Pseudomonas y una preparación con Spirulina platensis, lo que generó nanopartículas de mayor tamaño.
A causa de lo anterior, las propiedades de las partículas mejoran y se vuelven más amigables con el entorno biológico del suelo. Por lo que son más estables y eficaces cuando se aplican como fertilizantes.
Este enfoque maximiza los beneficios de los bionanofertilizantes en el crecimiento y desarrollo de las plantas.
Resultados en tomate y brócoli
Los investigadores evaluaron dichos bionanofertilizantes en condiciones de camas de cultivo. El ensayo reveló un aumento de 32.9 a 46.1 % en el vigor de plántulas de tomate y maíz con la aplicación de óxido de zinc funcionalizado con bacterias y nanopartículas de hierro a 75 ppm.
A causa de esto, los bionanofertilizantes demostraron potenciar el crecimiento bacteriano, con mejoras en el crecimiento temprano de las plantas de brócoli.
Esta tecnología aumentó de 14 a 44 % la altura de la planta, de 22 a 47 % el diámetro de la hoja se incrementó de 46 a 119 % en el peso fresco de las plantas. Las concentraciones de los nanofertilizantes fueron de 250 y 75 partes por millón.
Los resultados en los cultivos ocurrieron a causa de la sinergia entre los nutrientes a escala nanométrica (óxido de zinc y hierro) y los agentes biológicos presentes en los bionanofertilizantes.
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