El quitosano es conocido por su efecto en la resistencia en los organismos causantes de enfermedades, como los nematodos. Un grupo de investigadores propone el uso de nanopartículas de este material como estimulante del rendimiento y calidad del tomate.
Las nanopartículas son materiales más pequeños que un grano de sal, de arena o el diámetro de un alfiler: tienen un tamaño promedio de alrededor de 111 nanómetros (nm, millonésima parte de un metro), con una forma esférica.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro y del Centro de Investigación en Química Aplicada de Saltillo, Coahuila, México, proporciona resultados obtenidos en tomate con dicho material.
Las nanopartículas de quitosano, un biopolímero que se extrae de la cáscara de crustáceos como el camarón, tienen la capacidad de estimular el crecimiento de las plantas, fortalecer su resistencia en condiciones de estrés y mejorar la calidad de los cultivos, como el tomate.
Aplicaciones foliares
La pulverización foliar de nanopartículas de quitosano beneficia a los frutos de tomate. Las dosis de 0.4 y 0.8 mg/mL mostraron resultados en el aumento del rendimiento en 26 y 42 %, respectivamente.
El tamaño de la fruta mejoró con la dosis de 0.8 mg/mL de las nanopartículas. El diámetro polar de la fruta aumentó en 25 %, mientras que el diámetro ecuatorial aumentó en 14 % con la dosis de 0.4 mg/mL, en comparación con el grupo de control.
La firmeza de los frutos de tomate aumentó con 0.8 mg/mL del quitosano, incrementándose en 37 % en comparación con el tratamiento de control o testigo.
La dosis alta de 0.8 mg/mL estimula la biosíntesis de compuestos bioactivos y la actividad enzimática, propiciando la obtención de alimentos saludables.
Su funcionamiento
Las nanopartículas impulsan la actividad metabólica celular, promueven el crecimiento de las plantas, y generan un aumento en la calidad y productividad de los cultivos.
Las nanopartículas de quitosano podrían ser una solución efectiva para potenciar el rendimiento y obtener cultivos más resistentes y saludables, sin comprometer el equilibrio ambiental.
El estudio, realizado en invernaderos de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro demuestra que las nanopartículas de quitosano impulsan el rendimiento de los cultivos de tomate y brindan nuevas vías para una agricultura sustentable.
Los resultados fueron publicados en Terra Latinoamericana, revista científica publicada por la Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo.
Fuente: Terra Latinoamericana
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