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Extractos de algas pardas: una herramienta para la regeneración del suelo

  • Estos compuestos hidratan y reestructuran los suelos

  • Promueven la diversidad y acción microbiana en tierras agrícolas

Gonzalo Patricio Bernal Salinas
Ingeniero agrónomo
Asesor independiente

En el territorio mexicano existe pérdida de la capacidad productiva de los suelos agrícolas. Lo anterior debido al cambio climático, las actividades humanas y la merma de calidad en el agua de riego.

Es necesario buscar alternativas para devolver a los suelos la fertilidad y la capacidad de obtener producciones que hagan rentable la actividad agrícola. Los extractos de algas pardas, como Macrocystis pyrifera, son una de las mejores alternativas para lograr este objetivo.

¿Qué es el suelo agrícola?

Es un determinado tipo de suelo apto para todo tipo de cultivos y plantaciones, es decir, para la actividad agrícola.

El suelo agrícola debe ser en primer lugar un suelo fértil que permita el crecimiento y desarrollo de diferentes cultivos, que sean luego cosechados y utilizados por el hombre, y debe ser apto por sus componentes para el ser humano.

¿Un suelo fértil?

La fertilidad del suelo es la capacidad que tiene de sostener el crecimiento de los cultivos. La fertilidad se separa en química, física y biológica.

La fertilidad química es la capacidad que tiene el suelo de proveer nutrientes esenciales a los cultivos.

La disponibilidad de nutrientes en el suelo debe evaluarse a través de análisis de suelos o plantas, luego se realiza un proceso de diagnóstico y posteriormente se definen estrategias de fertilización.

La fertilidad física está relacionada con la capacidad del suelo de brindar condiciones estructurales adecuadas para el sostén y crecimiento de los cultivos.

La estructura, espacio poroso, retención hídrica, densidad aparente y resistencia a la penetración son algunas de las variables que se analizan en estudios de fertilidad física de suelos.

La fertilidad biológica se vincula con los procesos biológicos del suelo, relacionados con sus organismos. Los organismos del suelo son imprescindibles para sostener diversos procesos del suelo.

Degradación de los suelos

La degradación del suelo es la disminución de la productividad biológica y su capacidad actual o futura para sostener la vida humana. La degradación química es un proceso que modifica las propiedades químicas del suelo.

Una de las causas más frecuentes de degradación química del suelo es la pérdida de materia orgánica, bien por el cultivo o por medios erosivos que decapitan el suelo. Se conoce como decapitación del suelo al proceso de perder su capa superior, en donde se localiza el humus.

Otro tipo de deterioro químico es la salinización. Esto es cualquier forma de incremento en la concentración de sales en la solución del suelo.

La degradación física culmina con la pérdida de la estructura y del espacio poroso del suelo.

La propiedad física que más influye en el desarrollo radicular de las plantas es la textura, que condiciona la estructura. Esta a su vez es la responsable de la porosidad (macro y microporosidad).

La primera asegura una buena aireación y la segunda, una conveniente retención de agua. Es necesario que el suelo posea las características mecánicas adecuadas para un óptimo suministro de oxígeno, agua y nutrientes.

La degradación biológica es la menos estudiada y se refiere a la pérdida o disminución de la microbiota. Ha sido asociada a la degradación de materia orgánica por acción de la mineralización acelerada (Lal, 2015).

El artículo completo está disponible en el volumen 50 de revista Agro Excelencia.

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