La situación hidrológica en México ha alcanzado un punto crítico, tal como lo refleja la Comisión Nacional del Agua (Conagua). La institución reporta la actual sequía como la segunda más severa desde el año 2014, únicamente superada por la ocurrida en 2020.
«Habrá complicaciones», sentencia Felipe Gaxiola Laso, director general de Agroexportadora Gaxiola y delegado de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, al externar sus perspectivas sobre la prroblemática del agua y la sequía. Dicha empresa produce tomate y arándano para el mercado de exportación, y maíz.
Sinaloa, una región rica en recursos hídricos, con 11 ríos y 11 presas, ahora enfrenta dificultades para suplir de agua a los agricultores de la región.
Cifras de la Conagua indican que las 11 presas del estado operan a 27 % de su capacidad acumulada. Un dato alarmante que subraya la gravedad de la situación a enero de 2024.
Adversidades para terminar bien la temporada
La preocupación de Gaxiola Laso se centra en la suficiencia del agua para riego durante el término de la temporada agrícola. Se proyecta que la temporada se agravará a partir de finales de marzo de 2024.
«Se prevén complicaciones para el riego del tomate protegido en los meses de marzo, abril y mayo. Actualmente, ya enfrentamos restricciones con el maíz, limitándonos a solo dos riegos».
Además, expone la posibilidad de que el agua se agote por la sequía, lo que obligaría a cesar el riego de hortalizas como el tomate en mallasombra o invernaderos.
Gaxiola Laso recuerda la severa sequía de 2012, que siguió a una intensa helada, dejando las presas vacías tras liberar agua para permitir a los agricultores resembrar.
«En abril, la escasez de agua se intensificará. Basado en experiencias, como en 2012, advierte restricciones severas a finales de marzo. Tenemos menos agua en las presas que en aquel entonces», expresa con preocupación.
En 2012, la Conagua determinó cerrar dos de las 11 presas de Sinaloa para garantizar el agua para consumo humano, sobre las actividades agrícolas, lo que ocasionó restricciones para los productores. A inicios de mayo de 2012, los principales embalses de la región estaban entre 3 y 15 % de capacidad, de acuerdo con la Conagua.
Riego restringido en maíz
La restricción del riego ya es una realidad en el cultivo de maíz en Sinaloa, informa Gaxiola Laso.
«Tengo maíces con casi 80 días de cultivo y apenas comenzarán a recibir riego. La autorizacion de los volumenes de agua ha sido un proceso prolongado», revela.
Con solo dos riegos programados para el maíz, hay un decremento drástico en comparación con los tres o cuatro habituales, lo que podría resultar en un rendimiento deficiente y una producción reducida.
«Vamos a dar solo dos riegos de maíz en vez de los cuatro usuales, es decir, la mitad de agua. Eso va a mermar los rendimientos», lamenta.
Buscan soluciones
Ante la disminución de recursos hídricos, los productores han disminuido la superficie sembrada. Gaxiola Laso ilustra este punto: «He reducido mis hectáreas de maíz en más de 50 % para esta temporada».
Además, se buscan soluciones alternativas como la habilitación de pozos y el uso de agua de diferentes fuentes, incluyendo la mezcla de agua salada con dulce. Esta práctica, aunque arriesgada, refleja la desesperación ante la escasez.
«Tenemos que ser más eficientes con el tema del vital líquido: buscar ser precisos con su distribución y en los riegos», señala Felipe.
La tecnología
En el frente tecnológico, se exploran avances en genética vegetal y herramientas agrícolas para combatir la sequía.
En Agro Excelencia se han reportado herramientas que incluyen el uso de biofertilizantes a base de Bacillus combinados con composta para mejorar el rendimiento del maíz bajo estrés hídrico, como se compartió en «Aumentan producción de maíz en condiciones semiáridas».
También, plataformas digitales como Irrimodel 3.0, que prometen un ahorro significativo en el consumo de agua, divulgada en «Ahorran 45 % de agua en maíz y sorgo».
A pesar de los esfuerzos por adaptarse y aminorar la crisis, Gaxiola Laso resalta la urgencia de que instituciones de investigación y capacitación en México diseminen eficazmente estas y otras tecnologías al sector agrícola. El productor subraya la necesidad de una gestión eficiente del agua en la agricultura ante un clima cada vez más impredecible.
Redacción