El cambio climático está provocando mayor presencia de enfermedades, pero hay acciones que se pueden realizar para mitigar los daños que ocasionan los patógenos del suelo, como el manejo integral del fitobioma (comunidad de microorganismos que viven en las plantas y en el suelo que las rodea), explicó Ángel Rebollar Alviter, de la Universidad Autónoma Chapingo.
Lo anterior fue divulgado en el marco del V Congreso de Fitosanidad y Nutrición en Frutillas y Aguacate, celebrado el 22 y 23 de febrero de 2024, en Ciudad Guzmán, Jalisco México.
El primer paso: anticipación
Durante su conferencia, el especialista informó que el primer paso para tener un cultivo sano es que su sistema inmune esté fuerte, y todo lo que ayuda a controlar el estrés biótico y abiótico permitirá que se mantenga así.
Con base en sus estudios y experiencias, el especialista propuso un enfoque para el control de enfermedades que tienen su origen en la raíz, centrándose en el suelo, esto es el manejo integral del fitobioma.
«Manejar enfermedades, ya sea foliares o de la raíz, implica una planeación si se quiere tener éxito. Por ejemplo, si es un cultivo que se va a trasplantar, el manejo de plagas y enfermedades ocurre desde el vivero hasta la producción».
Para el investigador, el manejo de plagas y enfermedades debe anticiparse, ya que están inmersos en procesos dinámicos que cambian con el tiempo.
«Por ejemplo, las poblaciones de patógenos inician con bajas densidades y evolucionan con los días, así como el cultivo que comienza pequeño y va creciendo y desarrollándose.
»Un patógeno empieza con densidades bajas, y de ahí se reproduce. Si nos anticipamos con un plan de manejo, evitamos su incremento con el paso del tiempo. Para ilustrar el punto, el cultivo de aguacate es susceptible a Phytophthora, por lo que un buen técnico ya espera su aparición y se anticipa».
Rebollar Alviter señaló que se tiene que trabajar con la visión de que en cualquier momento se presentarán esos patógenos. Por lo que es necesario aprender cómo funciona y se comporta cada patógeno que pueda afectar el cultivo a producir.
«La recomendación es prepararse con anticipación para que sepamos qué esperar. No se trabaja sobre problemas fitosanitarios específicos, como insectos, ácaros, enfermedades, etcétera, el enfoque es ver al cultivo como un sistema mayor con múltiples factores que influyen en su productividad. El objetivo es llevar a una planta sana desde el vivero hasta la cosecha, y que este esfuerzo devenga en altos rendimientos y calidad de producción».
Comprender el origen de la enfermedad
El experto señala que para cualquier estrategia es útil saber cómo funciona cada patógeno y cómo surge. Una vez que se comprende de dónde vienen, cómo se dispersan y cómo infectan, se busca la herramienta más adecuada.
Para que una propuesta de manejo funcione, es necesario tomar en cuenta lo siguiente:
- Asegurarse de que la plántula de vivero viene sana, libre de patógenos.
- Que el suelo esté libre de patógenos.
En la mayoría de los cultivos agrícolas, las enfermedades del suelo son críticas y complicadas de manejar, ya que el suelo actúa como reservorio de patógenos, como Fusarium. Es necesario buscar cómo lograr un equilibrio, abundó el experto.
«La forma tradicional en que surgen las enfermedades se describe a través del triángulo de la enfermedad: hospedante, patógeno, ambiente. Actualmente, se agrega un elemento más, el triángulo epidemiológico, que considera al microbioma como un factor central que influye en la ocurrencia de enfermedades».
De acuerdo con Rebollar Alviter, el objetivo es lograr equilibrios. «Conductividad, textura, pH son elementos del suelo que influyen en la intensidad de presencia de patógenos del suelo; también el agua, el tipo de suelo, la raíz y sus exudados. Se debe pensar en un enfoque integral para el manejo de patógenos del suelo».
«El agua es un factor para la dispersión de los patógenos, ya que hay estructuras de los nematodos que se movilizan mediante medios acuosos. Por ello, el manejo del riego es parte del manejo integral del fitobioma y de enfermedades del suelo».
Bajar el inóculo y reforzar la respuesta inmune
Para Rebollar Alviter, es fundamental entender cómo funcionan las enfermedades de raíz, que incluye el ambiente, el patógeno y cómo funciona la interacción del patógeno especialmente en la rizósfera, es decir, la pequeña zona de interacción entre la raíz y el suelo.
«Los esfuerzos debe dirigirse a disminuir la cantidad de inóculo, reforzar la respuesta inmune de la planta y crear un ambiente más propicio para que el desarrollo radicular sea el adecuado, la planta pueda defenderse del patógeno y se dé un buen desarrollo del cultivo.
»Si un fungicida tiene 40 % de efectividad contra una enfermedad, al estimular la planta o inducir resistencias, su efectividad puede aumentar 70 %, por ejemplo».
»Hablar de un manejo integrado de enfermedades del suelo requiere un enfoque integral multifactorial. Factores como crear un ambiente favorable para microorganismos benéficos y el manejo del riego son algunos de ellos. El objetivo es equilibrar la parte aérea con la parte radicular».
Evitar convertirse en un profesional de receta
Rebollar Alviter concluyó con una exhortación para los profesionales del campo:
«Los técnicos deben comprender cómo funciona cada herramienta o tecnología y cómo se comporta el patógeno para decidir dónde y cuándo aplicar cada una.
»Ya no se debe actuar como técnicos de receta, sino integrar conocimiento y tecnologías para mantener la planta sana o al menos con niveles bajos de la enfermedad que permita la producción.
»Se desaconseja solo responder a los síntomas; la clave es comprender y abordar la causa del problema».
Redacción