Las prácticas agrícolas convencionales agotan el suelo de materia orgánica y nutrientes esenciales, aumentando su vulnerabilidad a enfermedades, sequías e inundaciones. En contraste, la permacultura busca enriquecer la fertilidad del suelo.
Un estudio de la Universidad de Bristol, Reino Unido, comparó dos sitios manejados con permacultura con un sitio agrícola convencional para evaluar su efecto en la fertilidad del suelo.
Resultados
Los investigadores estimaron mayor abundancia y diversidad microbiana, y una mejora en los nutrientes del suelo y las reservas de carbono. El estudio también evaluó el potencial de la permacultura para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del suelo.
Los resultados mostraron que las parcelas con permacultura tenían 300 % más biomasa microbiana, 150 % más nitrógeno y 400 % más contenido de carbono que el sitio de agrícola convencional.
Sin embargo, los suelos de permacultura presentaban mayores flujos de dióxido de carbono y óxido nitroso en comparación con el suelo agrícola convencional.
La aplicación de enmiendas orgánicas y prácticas sin excavación proporciona una liberación constante y lenta de nutrientes, así como la acumulación de materia orgánica y carbono. Estos métodos promueven una mayor biomasa bacteriana y fúngica en el suelo, mejorando su salud y sostenibilidad.
Este sistema de manejo puede ser una alternativa viable a las prácticas agrícolas convencionales, proporcionando beneficios a la fertilidad del suelo, aunque se necesita más investigación para entender sus impactos en las emisiones de gases de efecto invernadero, concluyeron los investigadores.
Fuente: Agronomy
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