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Cómo impacta la población inicial de nematodos en los daños ocasionados en hortalizas

Tirzo Paúl Godoy Angulo, Roberto Gastélum Luque,
Moisés Gilberto Yáñez Juárez y Telésforo Joel Almodóvar Pérez.
Profesores e investigadores de la Facultad
de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa

  • El nivel de daños de los nematodos depende de la población inicial existente en el suelo
  • Es recomendable muestrear el suelo y lavar las raíces periódicamente

Los nematodos son un grupo de animales pluricelulares de origen acuático que carecen de sistema circulatorio y respiratorio; son vermiformes, no segmentados, más o menos transparentes; cubiertos de una cutícula hialina, marcada por estrías u otras marcas; transversalmente son redondeados y tienen cavidad oral.

Este grupo de organismos forma parte de los componentes más abundantes de la fauna del suelo; se localizan en todos los hábitats y ecosistemas de la biósfera. Muchas especies de nematodos están asociadas con las plantas, pero no todas se comportan como parásitos en los vegetales; están ampliamente distribuidos en suelos naturales y cultivados en todo el mundo.

Los daños causados por los nematodos en las raíces se expresan en la parte aérea de las plantas. Los daños son un crecimiento escaso, presencia de clorosis, deficiencias nutrimentales, marchitez y muerte de plantas, resultado de las alteraciones físicas y químicas inducidas por esta plaga durante el proceso de alimentación e interacción con otros microorganismos.

El género Meloidogyne spp. se caracteriza por ser de los pocos nematodos que originan malformaciones típicas en las raíces de las plantas, conocidas como agallas (por ello, el nombre de nematodo agallador). Este fitoparásito es el nematelminto de mayor impacto por su distribución, rango de hospedantes y daños provocados en las hortalizas (Figura 1).

La sintomatología y el nivel de daño causados por los nematodos en las plantas cultivadas depende de varios factores. Uno de ellos es la cantidad de inóculo en el suelo al momento de establecer la siembra o el planteo. Otro es el incremento de las poblaciones a consecuencia de su reproducción en el cultivo.

Con base en la información anterior, es recomendable muestrear el suelo y lavar las raíces periódicamente, con el objetivo de disponer conocimiento oportuno de las poblaciones de nematodos fitoparásitos en el suelo y tener constancia del estado de sanidad en las plantas para implementar las alternativas de manejo más pertinentes.

El artículo completo está disponible en el número 10, páginas 6-8, de su revista Agroexcelencia.

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