La combinación integral diversas fuentes nutricionales tiene un impacto benéfico en la producción de hortalizas. Este es el caso de micorrizas y Azospirillum, que permiten a la planta desarrollarse de una manera más óptima, lo que mejora su productividad.
Un estudio realizado por el Buró del Manejo del Agua y el Suelo, en Cabuyao, Laguna, Filipinas, investigó la combinación integral de distintas fuentes nutricionales y su efecto positivo en el tomate.
Estas fuentes son fertilizantes químicos, vermicomposta, hongos micorrícicos arbusculares y bacterias fijadoras de nitrógeno (Azospirillum spp.). Estas herramientas mejoran la absorción de nutrientes y aumenta el rendimiento del tomate.
El estudio
Los tratamientos utilizados incluyeron la dosis recomendada de fertilizante químico y tres estrategias de manejo integrado de nutrientes. La inoculación con micorrizas aumentó la absorción de fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg).
El experimento se compuso de tres tratamientos: T1, 50 % de fertilizante químico más 4 t/ha de vermicomposta; T2 50 % fertilización química, más 4 t/ha de vermicomposta, con inoculación de micorrizas; T3, fue igual al T2, pero añadiendo la inoculación de Azospirillum spp.
Incrementos en el rendimiento
Los investigadores señalaron que los tratamientos que incorporaron vermicomposta mostraron un incremento notable en la absorción de cobre (Cu).
En cuanto al rendimiento de los frutos, el T1, T2 y T3 superaron a la fertilización química, con incrementos del 8 %, 13 % y 14 %, respectivamente. El porcentaje de colonización de raíces micorrícicas y la cantidad de esporas en la rizósfera fueron más altos en las plantas que recibieron tratamiento micorrícico, lo que subraya la importancia de estas interacciones en el crecimiento de las plantas.
Los resultados también revelaron que el rendimiento de los frutos y la colonización de raíces por las micorrizas están positivamente correlacionados con la absorción de varios nutrientes esenciales. Además, las estrategias de manejo integrado de nutrientes lograron un ingreso neto superior al de la recomendación actual de fertilizantes, en un rango del 4 % al 15 %.
El manejo integrado de nutrientes
Lo anterior sugiere que el uso de estrategias del manejo integrado de nutrientes aumenta la productividad del tomate y reduce la dependencia de insumos químicos. Además, mejora la rentabilidad y contribuye a la salud del suelo y del medioambiente.
Los investigadores concluyeron las estrategias de manejo integrado de nutrientes pueden disminuir la cantidad de fertilizantes químicos necesarios mientras se mantiene o incluso se aumenta la absorción de nutrientes y el rendimiento de los frutos en las plantas de tomate.
Añaden que el T2, en particular, se destacó como la más efectiva en términos de rendimiento agronómico y rentabilidad.
Fuente: Horticulturae
